viernes, 8 de febrero de 2008

LA OTRA MOVIDA, 4 DE FEBRERO. EL CARNAVAL DE LA GUERRA Y LA VIDA.

Drama en un solo y único acto
Invito de Los @utonomistas
Una inesperada reunión se dio lugar en la sala de Ciencias Humanas, por estos días, donde se citaron variedad de filósofos y políticos. Podemos decir que la sociedad toda estaba en aquella reunión representada en medio del entusiasmo de los interlocutores, jóvenes y viejos que exigían participar.
Los @utonomistas estuvimos presentes, nos colamos en aquel simposio de voces plurales y emotivas. Estábamos a las puertas de “la histórica marcha”, provocada por el nacimiento de un déspota, si como lo oyes un déspota. Eso era lo que se decía en los círculos de los rebeldes, quienes en la noche organizaban su aquelarre de pintas de denuncia. He acá, lectores, lo que pasó, sin más paréntesis ni anécdotas, ese día.
La vida es sagrada, o ¿qué?
Al recinto entra de pronto el exalcalde Mockus, quien rascando su barba exclamó: “la vida es sagrada”, y blandía su espada de juguete abriéndose paso entre la selva de voces.
- "Pero nos preparamos para la fiesta de la guerra" - interpeló Zuleta- , el pensador. Los asistentes se miraron algo absortos entre sí. Después de una pausa grave, Toño Gramsci, quien volvía de las cárceles fascistas en Italia, terció en tono quedo pero firme:” hablemos del conflicto, si es o no legítimo".
- “Con o sin violencia” remató la Arendt, sin dudarlo un instante.
- "Depende – interrumpió Carl Schmitt- si el conflicto es paramilitar o guerrillero".
- Moncayito, el maestro de Sandoná, quien escuchaba con atención a los doctos, saltó golpeando sus cadenas: “es lo mismo, -dijo- a unos como a otros los consume el dolor".
El ambiente se caldeaba, la reunión pintaba interesante. Parecía que todos tenían la razón… A distancia, los diarios, y los televisores denunciaban treinta y un muertos más en Gaza y muchos otros en Kenia y otras latitudes. El pueblo, como siempre, prestaba atención.
Uds., l@s Colombian@s!!!
De repente hizo su aparición William Brownfield, el “gracioso” embajador de los EU en Colombia, antes en Venezuela, venía de su charla con un polémico senador colombiano: ¿y, la civilidad señores, cómo juega…?
-¿Cuál, -ripostó enseguida, Maquiavelo- la de Irak, o la de Colombia"? El embajador un poco confundido, sin pensarlo mucho, soltó....”la de Colombia, estamos en Colombia....No me saqués juego bajo, Nico”.
- Willi continuó socarrón: “El rechazo señores a algo tan repulsivo, repugnante como es el secuestro es algo que cualquier persona civilizada debe apoyar".
- Dos voces retumbaron entonces en el amplio salón. J.M. Santos y el presidente Uribe gritaron al unísono desde la entrada: " Un millón de voces contra las Farc "!!!
- Nico volvió al ataque: “Si eso es así, honorable embajador, ¿cómo hace Mister Bush para tener una civilidad en el medio Oriente y otra muy diferente aquí?”. Insistía el viejo Maqui…a…velo!!!
-“Intereses, Maqui…los intereses supremos de la patria…”. Respondía Willi, el diminuto procónsul del Imperio. No terminaba de responder, y la discusión pasaba de castaño a oscuro. Había amagos de bronca física entre los interlocutores, y la audiencia comenzaba a inquietarse. Paso a paso, palabra a palabra, empeoraba el clima. Entonces vinieron al rescate diferentes discursos soporíferos.
A falta de café, buenas son palabras !!!
De pronto, inesperadamente, apareció Fidel en sudadera. Con voz debilitada, preguntó:
-¿Café Desde una de las esquinas de la sala, maniobraba después de su prolongada convalecencia, para bajarle el tono a la maratón verbal.
-"No jodás", alzó la voz Uribe, y avanzó con paso resuelto al centro del convivio; y de sopetón Estanislao, Toño, Carl y Hannah se retiraron, saliendo de la sala con disgusto. Pero, Mockus, el pedagogo de la verticalidad ciudadana, trató de mediar en la “estampida”. Y en eso estaba, cuando apareció, nada más ni nada menos, que el viejo Marulanda con sus 88 años recién cumplidos. El susto fue cabrón. Al ver a “Tirofijo” unos corrieron, en verdad, unos más que otros: Uribe, Willi y Santos. Otros se quedaron.
- “Calma, dijo Don Pedro Antonio, el recién llegado. Todo bien, todo bien!!! Vengo de conversar con mi general Padilla, el cerco está a pocos kilómetros de Ingrid. Todo bien, todo está muy seguro”!!!
Pero, el auditorio seguía inquieto. Pedro Antonio murmuró en tono persuasivo: “no pierdan la paciencia, no es para tanto”. Así las cosas, Mockus, Maqui, Fidel, y Zuleta decidieron quedarse.
La guerra, mis amig@s...
-Zuleta interpeló al auditorio, con voz pastosa y cigarrillo en mano: “la guerra, mis amig@s es una creación fantástica de los humanos. No podemos desprendernos del odio de sí ni del odio del otro….”
- “Hablemos, - siguió, abriendo un vetusto libro de Sigmund-, un poco de este sentimiento que atraviesa nuestro ser y nos hace olvidar que un día moriremos; algo poco común en nuestro medio, donde la mayoría – dirigiendo la mirada hacia Uribe- se cree inmortal…”.
Carlos Gaviria emergió entre la niebla de los cigarrillos. Venía del Polo, siempre de afán y con frío; un poco despeinado y en sandalias hizo su ingreso:
-" Diálogo, señores, diálogo...", decía, mientras Willi, Santos y Uribe sonreían con malicia en medio de la algarabía; pero fue Maqui, quien lo interpeló: “en eso estamos señor príncipe, perdón, presidente del Polo”.
El reloj implacable marcó las once de la noche. Tirofijo, ojeroso como estaba, con poco aliento a sus 88 años, propuso reunión para el cinco de febrero:
-“ Veámonos después de la marcha!!! Recalcó. En verdad, él, zorro estratega, quería ver a la gente marchando, en la pantalla del televisor de su campamento. Luego, sí, ya tomaría una decisión con el Secretariado en pleno, y con el Mono Jojoy como testigo, ¿cierto?”.
Muchos esperamos en las casas, hasta el día de hoy. Los parientes de l@s secuestradas, atentos buscan cualquier buena noticia, sin claudicar a los entusiasmos pasajeros del regreso de Emmanuel, Clara y Consuelo.
-Hemos esperado tanto!, recuerdan los más viejos: desde que empezó el exilio de Villarica; más atrás, desde la fundación de Macondo, desde los tiempos de la esclavitud y la molicie de la Marquesa de Yolombó, ¿no, Don Carrasquilla?
- Qué va!! Desde que los Comuneros caminaron pati-al suelo rumbo a Bogotá, y se quedaron viendo un chispero. Este será un 4 de febrero diferente!!!
De repente, la Vida…!!!
Una radio rompió con los lugares comunes del conflicto. En la profunda noche del sábado anunció que las Farc-Ep liberarán a tres personas enfermas, secuestradas, Gloria, Orlando y Luis Eladio, de la mano de Piedad y de Chávez. Nada siguió igual, ni siquiera para Mockus. Era de esperarse.
Él, con sigilo se fue retirando, mientras repetía, a media voz con algo de inquietud, seguido por algunos estudiantes: ¿verdad que la vida es sagrada? Y recordó, por penúltima vez, su último proyecto: perfeccionar las elecciones, con la idea que el bendito pueblo, perdoón, la ciudadanía, no se olvide de obedecer.
El antiguo anarquista, volteó con desdén hacia la Iglesia del Voto Nacional. Imaginando el peregrinar de las familias de l@s secuestrad@s, y ¿cómo se irían agolpando tantos y tantos fieles de la puta de Babilonia?, según decir del blasfemo, inconfeso de Fernando Vallejo.
Nosotros, seguimos, con ustedes, en dirección al parche de las Nieves, en procura de otra música, en contravía de la mortal utopía del Estado de guerra, de las excepciones de hecho, huyendo de la muerte, sin claudicaciones. ¿Nos acompañan? …Los acompañamos.