sábado, 29 de mayo de 2010

Mensaje desde Cerdeña al III Seminario Internacional Antonio Gramsci

Carissimo Miguel Angel Herrera Zgaib
sono onorato del vostro invito
stiamo valutando la possibilità di partecipare i videocoferenza per
pogere il saluto della Rete associativa Terra Gramsci
ti invio in allegato l'ivito alla manifestazione dell'8 maggio
"Ricordando Giorgio Baratta"

Saluti a tutti voi
Francesco Carta
Intercambio Epistolar con Michael Hardt

Recuerdos del III Seminario Internacional Antonio Gramsci, Bogotá, 13-14 mayo 2010

Dear Michael,

First of all, thank you for your response. Michael, You won´t need to prepare a new text. Your participation will be around issues Toni and you addressed in Common Wealth. These are the topics you´ll deal with during our dialog:

1. Republic and the Multitude of the Poor. The becoming-prince of the multitude
2. What are Common Wealth and Altermodernity
3. Biopolitical Exploitation and Genealogy of Rebellion
4. Revolution is Monstrous and Revolutionary Assemblages
5. Gramsci: Insurrection and Institution
6. Constituent Governance
7. De Singularitate 2: Instituting Common Happiness, Joy and Love

Based on mi recollection the main thesis of Common Wealth would be that "multitude is a set of singularities that poverty and love compose in the reproduction of the common, but more is required to describe the dynamics and the dispositives of the becoming -Prince of the Multitude...that relies entirely on the immanence of decision making within the multitude".

The topics listed above are the themes that allow you to explain this thesis, or mainly, to have an useful approach to it. It would help in the direction of revolutionize our world and institute a shared common wealth. As you know, this is a Seminar that honored the memory and contribution of Gramsci to communism, revolution and history of the subaltern groups and classes.

This is a critical approach in which Gramsci´s legacy is questioned from very diverse perspectives in the way to help the understanding of what is going on the Andian and Caribbean Region. There are exchanges within intellectuals and groups from Ecuador, Venezuela, Colombia, Argentina and Italy too.

jueves, 27 de mayo de 2010

Acerca de la globalización, Common Wealth y la Crisis del Estado Nación en la UE.

Reflexiones de Néstor Hernando Parra

Apreciado Oscar:

Gracias por darme a conocer los comentarios que en tu importante red hace el profesor Manuel Herrera, a quien igualmente agradezco, a los que paso a referirme:

1. Es indudable que el modelo estado-nación viene siendo sustituido ante la realidad social (urbanización) y económica (globalización del capital). Son estos los elementos básicos en los que se fundan los científicos sociales para formular sus nuevos modelos teóricos.

Castells, considerado un continuador del urbanismo sociológico de Marx y autor del marco de la teoría de la información, incorpora las TIC como factor desencadenante del proceso de destrucción del anterior sistema y también como elemento clave para la solución: su propuesta de soberanía compartida (Espacio internacional, nación y región) propone facilitar una administración armónica y eficiente entre los respectivos poderes gracias al uso de sistemas de dirección, coordinación y control de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (Estado Red). Ese es el esquema político administrativo que el Reino Unido diseñó para Irlanda del Norte. Y ojalá sea la salida a la crisis actual en la UE, adviartiendo que, además de voluntad política para aceptarlo requiere sisitemas e instrumentos eficientes para implementarlo. En conclusión, antes que encontrarse en entredicho, parecería que la propuesta de Castells mantiene vigencia como posible solución, al menos en la UE, la que él mismo califica como la “matriz más importante de las nuevas formas del estado red”.

2. Antonio Negri y el profesor estadounidense Michael Hardt han aportado en su famosa y recién completada trilogía Imperio, Multitud y Commonwealth (2009) serios análisis de la situación del mundo contemporáneo que los han llevado a formulaciones teóricas en tiempos en que rige el capitalismo globalizado gracias al imperio de las teorías neoliberales. Sus propuestas no ponen suficiente énfasis en el espacio infra nacional o regional, sino que ponderan al máximo las dos: la soberanía nacional y la internacional que en su conjunto ellos denominan “Imperio”. Sin embargo, diversos y confusos comportamientos han llevado a Negri a identificarse con gobiernos y formulaciones neoliberales entre las que destaca su respaldo a la propuesta de Constitución Europea, tildada y rechazada por la izquierda como neoliberal, quizá movido por la entonces coincidencia de Alemania y Francia en la oposición a la guerra del Imperio en Iraq, como un signo de unidad antiestadounidense.

3. Creo importante aprovechar esta oportunidad para llamar la atención sobre tres hechos indispensables para visualizar mejor cualquier análisis:

a) que la globalización del capital junto con la extensión y avance tecnológico de la informática han permitido movilizar (aquí sí que cabe decir, a la velocidad de la luz) los capitales financieros especulativos;

b) que en esta crisis global que se ensaña en la UE los mercados (el mercado) tienen en jaque a los Estados; y

c) que hay un inmenso desfase, una profunda brecha en la velocidad-oportunidad a la cual cada uno actúa, por lo que el pronóstico es “reservado”.

Cordial saludo,

Néstor Hernando Parra

Valencia, España, mayo 27 de 2010

miércoles, 26 de mayo de 2010

Mensaje del colega de la Nacho e historiador de la política colombiana Carlos Medina Gallego


Mi voto es por Gustavo Petro y la Izquierda Democrática

El próximo domingo 30 de Mayo debe ratificarse en las urnas el avance que en materia de unidad y reconocimiento de la diferencia en las propuestas para el país, marca la Izquierda democrática en Colombia, representada por el POLO DEMOCRATICO ALTERNATIVO y liderada en este momento por GUSTAVO PETRO, como candidato a la Presidencia de la Republica.

Pese a la estigmatización y al señalamiento de las clases políticas tradicionales y de una gran parte de los medios de comunicación, el candidato del PDA ha sabido imponerse con el peso de la inteligencia argumentativa a todos los señalamientos y se ha ganado, en los debates, el respeto para una izquierda que constituye la única columna legitimadora en la construcción a futuro de una autentica democracia

Una votación significativa por el Polo Democrático Alternativo en la primera vuelta presidencial, resulta de la mayor importancia en la experiencia acumulativa de legitimidad en el reconocimiento y aceptación de la defensa de una corriente de pensamiento y practica política que no renuncia a los imaginarios de justicia social, democracia autentica y equidad de la izquierda de la democrática.

Mi voto es por la democracia, por la izquierda democrática, por la paz y la justicia social y por lo que ella representa en la figura de GUSTAVO PETRO.

CARLOS MEDINA GALLEGO

martes, 25 de mayo de 2010

Accountability después de la elección presidencial

Miguel Angel Herrera Zgaib

Profesor Asociado

Ciencia Política, UNAL

miguel.herrera@transpolitica.org


En el congreso nos entenderemos con los partidos, en el equipo de gobierno estarán los mejores sin considerar a qué partido pertenecen. Le tengo fobia al clientelismo…El fin no justifica los medios. Antanas Mockus, El reportaje de Yamid

Antanas dijo que no gobernará con el partido de la U, quien será entonces la oposición principal bajo el esquema gobierno oposición que se corresponde con su versión de la democracia deliberativa.[1] Lo que ha dicho del PDA, con rectificación incluida, es que éste tiene la mitad de su militancia con proclividad por la violencia armada, y en particular, que representan las guerrillas en Colombia.

En lo doctrinario, el filósofo insiste en señalar que la desigualdad no autoriza, mucho menos legitima el uso de la violencia. Lo cual en apariencia haría de él un civilista, quien, empero, no renuncia al uso legal de la fuerza del estado en su presidencia, y por lo menos la pronostica por 40 años, para quienes lo sucedan.[2]

Para Antanas tampoco existe la violencia estructural,[3] o cuando menos, rehúye a llamarla así. Hacerlo implica atacar las condiciones del capitalismo político reinante. Su permanencia le da sostén a la apelación que rebeldes e insurrectos hacen al uso de las vías armadas, a pesar del rechazo que Mockus, Uribe y el bloque en el poder hacen a estos argumentos. Sin embargo, la transformación de las condiciones de explotación, dominación y subordinación definen el talante democrático y el carácter equitativo social del PDA, y la alianza democrática de izquierda que intenta orientar la revolución ciudadana en ciernes, sin acudir ni promover el uso de las vías armadas.

Así las cosas, el PDA insistirá en concretar dicha alianza con el Partido Verde, y los demás partidos para la segunda vuelta. De no lograrlo, desde ya, tiene que disponerse a realizar un programa y una interlocución democrática radical con la población sin ellos, quienes serán sus adversarios.

Para lo cual, el bloque contra-hegemónico exigirá la deliberación sin exclusiones de todos los colombianos. Lo cual requiere realizar una asamblea constituyente que exige como cuota inicial de legalidad democrática la exclusión de la para-política como actor en el próximo congreso de Colombia.

Además, el PDA promoverá el juicio político de su máximo gobernante, que nada tiene que ver con la extradición, pero que sí incluye la determinación de las responsabilidades para quienes acompañaron el accionar ilegal y constitucional que se pruebe. La rendición de cuentas, accountability, será exigida por la ciudadanía,[4] incluirá también la revisión de la causa de los extraditados a los Estados Unidos, por causas diversas, políticas o no. La cual como bien es sabido no se ejercita por vía de un tratado, sino acciones legales con origen en el ejecutivo.

Así mismo, en ese espacio de deliberación decisoria, en igualdad de condiciones, se examinará la responsabilidad de los actores armados y a las causas que han esgrimido como justificatorias de su proceder contra la vida y las libertades de los habitantes de Colombia. La ciudadanía será esta instancia, en tanto poder constituyente de la nación deliberante la que defina el tratamiento para las conductas realizadas. Y los tratados y acuerdos militares y económicos en trance de aprobación e implementación.

Esta actuación no excluye para nada llamar al ejercicio del voto en blanco como soporte programático del bloque democrático de izquierda alternativo. Los aliados tienen que disponerse a impulsar de manera consecuente, en y después de las elecciones una acción contra-hegemónica que haga realidad las promesas del estado social de derecho de conseguir la equidad social. Ajustando cuentas con el capitalismo político y la persistencia de los privilegios coloniales, que han resistido y se han aumentado en 200 años de proclamada la independencia política.



[1] Esta democracia deliberativa es un injerto de dos talantes político intelectuales opuestos, Jürgen Habermas y Niklas Luhmann, quienes sostuvieron importantes debates en vida del último fallecido en 1997, crítico acérrimo del Estado de Bienestar europeo, y quien entendió el poder como un medio de comunicación específico, que obra según la relación binaria gobierno oposición teniendo a la violencia como ultima ratio. Consultar La sociedad de la sociedad, la obra póstuma de Luhmann.

[2] El sustento está en la obra de Max Weber, quien en su sociología política habla del uso y el monopolio legítimo de la violencia por el Estado, haciéndose eco de lo dicho por el dirigente bolchevique León Trotsky cuando se instauró el gobierno proletario en la revolución rusa.

[3] Las llamadas causas objetivas con las cuales el gobierno de Belisario Bentacur dio sostén al inicio de los procesos de paz frustrada con los grupos guerrilleros, que tuvieron dos desenlaces trágicos, la masacre militar en el Palacio de Justicia, y el genocidio de la U. Patriótica, una y otra en trance todavía de ser falladas legal y constitucionalmente por instancias nacionales e internacionales.

[4] Es uno de los dos modos concretos de rendición de cuentas democráticas practicados, el otro es la tradicional accountability horizontal, que cumplen las instancias de gobierno entre sí, en los regímenes de división de poderes. Al respecto revisar la literatura producida por Guillermo O´Donnell, y Enrique Peruzotti y Catalina Smulovitz, en América Latina. Ver al respecto Controlando la Política. Buenos Aires, Grupo Editorial, 2002. Así como el trabajo de John Ackerman. Estructura institucional para la accountability: lecciones internacionales y reformas futuras. México, 2009

domingo, 16 de mayo de 2010

Jornada de Solidaridad desde New York

Compañer@s y compañeras:

La situación en Puerto Rico está que arde. En los pasados días el estudiantado universitario ha dado excelentes muestras de combatividad y resistencia. Ante ello el gobierno ha respondido con la intolerancia y la represión policial.

Ayer, en una asamblea celebrada en el Centro de Convenciones de PR, una amplia mayoría del estudiantado presente decidió seguir adelante con el proceso huelgario a pesar de los intentos de intimidación por parte de la administració n universitaria. Durante el día de hoy viernes 14 se han reportado diversos casos de brutalidad policiaca. Temprano en el día se ha cortado el suministro de agua dentro del recinto de Río Piedras, se han desalojado las residencias universitarias y hasta se han efectuado arrestos de personas que sencillamente intentan llevar agua y comida a los estudiantes que protestan dentro del recinto.

Ante esa situación decenas de ciudadanos, junto con artistas, líderes comunitarios y padres se han estado allegando a las líneas de piquete para por un lado dar la voz de alerta al país y por el otro proteger al estudiantado ante la clara amenaza de una gran represión.


En la tarde de hoy los trabajadores en Puerto Rico anunciaron un
paro general el próximo martes en solidaridad con el movimiento estudiantil y en repudio decidido a la política de confrontación de el gobierno colonial del país. También se ha hecho una exhortación al pueblo para allegarse a los portones de los distintos recintos de la Universidad de PR.
Nosotros en Nueva York estaremos respondiendo. ..

El próximo martes 18 la Red de Apoyo a los Trabajadores y Trabajadoras en PR, instancia coordinadora de diversos grupos políticos, sindicales y comunitarios en NY convoca a la comunidad de Nueva York y áreas cercanas a hacer suyo el repudio a la actitud facistoide del gobierno del país, a solidarizarnos con los trabajadores del país y en particular a divulgar la situación y darle nuestro apoyo al estudiantado universitario en pie de lucha...

El gran piquete se llevará a cabo el martes 18 de mayo de 2010 a partir de las 5:30 de la tarde, frente a las oficinas el gobierno de Puerto Rico (PRFAA) en el 135 Oeste de la Calle 50 entre las 6tas y 7ma Ave.

...este martes 18 de mayo... todos a protestar a PRFAA (las oficinas del gobierno de Puerto Rico en Nueva York) Por una universidad pal pueblo, por un país justo...

http://www.ustream. tv/channel/ radiohuelga

RIEGA LA VOZ... DALE FORWARD... RIEGA LA VOZ... DALE FORWARD... RIEGA LA VOZ... DALE FORWARD... RIEGA LA VOZ... DALE FORWARD... RIEGA LA VOZ... DALE FORWARD...

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Red de Apoyo a los Trabajadores y Trabajadoras en PR
Envío cortesía de Luis Mejía, La Otra Movida, New York

Joel Whitney EDITOR de la revista GuERNIKA

Entrevista con NOam Chomsky


Aunque Chomsky haya sido criticado por su exactitud y balance, por lo trivial (citar declaraciones hechas por una embajada en lugar del "embajador") y por lo atroz ( apologista de Pol Pot; una distorsión, él insiste, de sus visiones) pero más comúnmente, pareciera, porque compara la conducta de de Estados Unidos con la de Hitler. En la revista Prospecto, Oliver Kam escribe sobre los artículos políticos iniciales de Chomsky como yendo más allá de la crítica de izquierda al imperialismo norteamericano en la creencia que " lo que se necesita (en los EUA) es un tipo de "desnazificación". Este diagnóstico, continúa Kamm, "es central para los resultados políticos de Chomsky".

Aunque él no describa a los Estados Unidos como una abierta sociedad represiva, en cambio, ésta sí es un lugar donde el dinero y el poder son aptos para filtrar las noticias y marginalizar el disenso, en lo que América se asemeja a la conducta de la Alemania nazi. En su recientemente publicado Ambiciones Imperiales, él sostiene que los pretextos para la invasión de Irak no son más convincentes que los que tuvo Hitler.

En suma, Chomsky es vital, más aún una voz indispensable en el debate cultural americano, que necesita recordarnos el ultraje que debemos sentir cuando la modernización de la vida americana nos exige aceptar como necesaria y comprensible la devastación de otros países como mínimo debate público y poca información de los ciudadanos de esos países,.

¿Cómo es que las campañas terroristas de nuestros presidentes se vuelven un funcionamiento normal del estado?...Quizás nosotros deberíamos compartir a cierto nivel su indignación. Aunque su voz haya parecido como un povo despiadada, y ocasionalmente selectiva (como la de la mayoría de los retóricos), como sus opositores sugieren. Va este proceder en contra de, o complementa, la voz y la metodología del sistema de poder que él critica?

(Traducción libre de Miguel Angel Herrera Zgaib, profesor asociado, Ciencia Política, UNal, Colombia)

Guernica: You’ve been savaging U.S. foreign policy for a long time. What’s new in Hopes and Prospects? Or would you say that you’re reworking a single thesis with new examples?

Noam Chomsky: There are new things that are happening. But I don’t think the basic principles of international affairs or social organization or aspirations for the future change very much. In fact, they haven’t for a long time.

Guernica: Does that imply that your approach as a critic isn’t effective?

Noam Chomsky: On the contrary, it has been quite effective in ways I have discussed repeatedly and at length, even though it hasn’t reached as far as changing fundamental principles and their institutional basis.

Guernica: One thing that never changes in your work is the meditation on the devastating effects of U.S. foreign policy. Here in the U.S., we endlessly tell ourselves, and our leaders especially do this, that “we’re good.” No matter the results, our intentions are good.

Noam Chomsky: Systems of power don’t have good intentions. You’ll occasionally in history find a benevolent dictator or a king who has the interests of the people at heart. But fundamentally, structures of power are not moral agents. We don’t look for good intentions. Of course, they all profess good intentions. But of course that’s also true of Hitler.

Guernica: Are “structures of power” amoral or immoral?

Noam Chomsky: Structures of power are amoral. The CEO, say, of the American Petroleum Institute may care a lot about whether his grandchildren will have a decent world to live in. But as CEO of the American Petroleum Institute, he’s going to try to make that impossible by doing what they’re doing right now, in fact. Working out ways to try to duplicate the success of the insurance industry in undermining any kind of health reform.

They’ve already announced, “We’re gonna try to learn from [the health insurance industry’s] tactics and block any kind of energy or environmental bill.” Now he knows (he’s not an idiot) that could lead to a serious catastrophe which could undermine the prospects for the life of his grandchildren whom he cares a lot about. But as the director of a petroleum institute, he can’t consider that. If he did, he’d no longer have that position.

Guernica: You write about how corporations have these super-human rights and that investors and by-laws force them to take every advantage to maximize profits. But what you just said about structures of power being amoral, it seems to me that your work is actually asking them to be moral, no?

Noam Chomsky: I’m not addressing CEOs of corporations or President Obama or anything like that. I’m addressing people, saying, “Look, you’ve got a lot of opportunities. You can effect changes, which will change the actions of structures of power, which will in fact dissolve the structures of power.”

Guernica: What are those changes you mention above that can dissolve the structures of power?

Noam Chomsky: Consider the systematic dismantling of industrial capacity, say GM plants, destroying the workforce and communities, while Obama’s transportation secretary is abroad seeking to use federal stimulus money to contract with Spanish firms to provide high-speed transport—which could be produced by converting the plants that are being dismantled, by the skilled workforce being abandoned. It might require takeover of the facilities by “stakeholders”—workforce and community. There’s no economic principle that bars that, and it could happen with sufficient consciousness and popular support.

Guernica: One group you seem to expect a little more out of, by way of intermediaries between us people and the “power structures,” seems to be intellectuals. In the “Responsibility of—”

Noam Chomsky: The people we call intellectuals aren’t necessarily smarter or more knowledgeable than anyone else. But they happen to have a lot of privilege, and privilege confers responsibility. And so they oughta do things. I don’t expect them to.

Guernica: You’ve called “the inability of educated classes to perceive what they are doing” an “historical universal.”

Noam Chomsky: Close to it.

Guernica: And you cite a story in the New York Times where “the reviewer,” you write, “constitutional lawyer Noah Feldman, described Osama [bin Laden]’s descent to greater and greater evil over the years, finally reaching the absolute lower depths, when ‘he put forth the perverse claim that since the United States is a democracy, all citizens bear responsibility for its government’s actions, and civilians are therefore fair targets.’” What’s significant about this?

Noam Chomsky: What’s significant is what directly follows it. There had been an election in Palestine, actually the first really free election in the Arab world, and two days after Noah Feldman’s article appeared, Steven Erlanger on the front page of the New York Times reported blandly that the U.S. government has just undertaken to punish the people of Palestine for voting the wrong way in a free election. Well, that makes Osama bin Laden look pretty tame. And these things appear right next to each other, and no one notices it.

Guernica: Am I right to believe that you essentially make no distinction between U.S. “terrorism,” i.e. interventions, and, say, al Qaeda’s terrorism?

Noam Chomsky: Yeah, U.S. terrorism is often far worse because it’s a powerful state. Take 9/11. That was a serious terrorist act. In Latin America, they often call it “the second 9/11” because there was another one, namely September 11, 1973.

Guernica: In Chile.

Noam Chomsky: Suppose that al Qaeda had not just blown up the World Trade Center, but suppose that they’d bombed the White House, killed the president, established a military dictatorship, killed maybe fifty to a hundred thousand people, maybe tortured seven hundred thousand, instituted a major international terrorist center in Washington, which was overthrowing governments around the world and installing malicious dictatorships, assassinating people, [and] brought in a bunch of economists who drove the economy into its worst disaster maybe in history. Well, that would be worse than what we call 9/11. And it did happen, namely on 9/11/1973. All that I’ve changed is per capita equivalence in numbers, a standard way to measure. Well, okay, that’s one we were responsible for. So yeah, it’s much worse.

Guernica: Some critics of U.S. foreign policy have been arguing for a universally accepted definition of terrorism to standardize in media, governments, etc.

Noam Chomsky: I agree. Reagan declared a war on terror in 1981—he said that’d be the core of our foreign policy. And since then, I’ve been writing about terrorism using the official definition in the U.S. code, and in Army manuals, and, in fact, in British law. It’s a pretty good definition. Now that’s considered outrageous.

And the reason is when you use the official definition, it follows pretty quickly that the United States is a leading terrorist state. Now that’s the “wrong” conclusion, so therefore we can’t use that definition. There are academic conferences and sober volumes on terrorism trying to find some appropriate definition, and the “appropriate” definition has a very definite condition to meet. It has to include the terror that they carry out against us but exclude the terror that we carry out against them.

Guernica: True or false: no one did more to oppose the tyrannical communism of the Soviets?

Noam Chomsky: I don’t know what you mean by “tyrannical communism of the Soviets.” That was one particular form of tyranny, one that was out of U.S. control, and perceived as offering a model for others, so naturally the U.S. generally opposed it—though not when it was bearing the brunt of the war against the Nazis. The U.S. has also opposed democracies and repeatedly overthrew them and established tyrannies. And it supported, and still supports, brutal tyrannies. The question is misformulated and can’t be answered.

Guernica: Soviet communism—you don’t know what that is?

Noam Chomsky: I know what I think it is, and has been since 1918: the most severe attack on socialism/communism apart from fascism. What I don’t know is what you think it is.

Guernica: Your definition sounds fine. Utne characterized your work as having “an unflagging sense of outrage.” I’m wondering, when you diligently dissect exactly what your country has done in places like Chile, Vietnam, Iraq, and elsewhere, when you log numbers of innocent civilians killed, and carefully present these outrageous quotes from members of government or heads of corporations, what you’re feeling. I believe the anger comes through. What else is going on? Shame? Guilt?

Noam Chomsky: All of them. Shame and guilt, of course, because there’s much that we can do about it, that I haven’t done. And outrage because, yes, it’s outrageous. And disgust at the hypocrisy in which it’s veiled. But there’s no point in revealing those emotions. You know, maybe I can talk about them with my wife or something. But what’s the point of going public with them? Doesn’t do any good.

Guernica: Yet those emotions come through in your work as a subtext.

Noam Chomsky: Maybe. And it very much angers supporters of state violence; in fact, they’re infuriated by it, when it comes out.

Guernica: What do you mean?

Noam Chomsky: When it comes out, they are sometimes infuriated by it. I happened to be in England a couple of days ago [for] an interview at BBC. One of the things the interviewer brought up is a statement of mine showing how incomparably awful I am. The statement is “One has to ask whether what the United States needs is dissent or denazification.” And that’s so utterly outrageous; it shows I’m kind of a maniac from outer space. So I asked him what I always do when somebody brings it up. I said, “Did you read the context?” And of course he hadn’t.

So I said, “Okay, here’s the context.” During the Vietnam War, the Chicago Museum of Science set up a diorama of a Vietnamese village in which children could be on the outside with guns and shoot into the village and try to kill people. And there was a protest by a group of mothers, a quiet protest, protesting this thing. There was an article in the New York Times condemning—not the exhibit, but the mothers—because they were trying to take away fun from the kiddies. And in that context I said, “Sometimes you have to wonder whether what’s needed is dissent or denazification.” I think it’s just the right thing to say.

Guernica: You’ve written how utterly Iraqis are excluded from the decisions made about their country...

Noam Chomsky: Or Vietnamese or Central Americans, or a long list of others. In fact, we don’t even care about them. If you listen to National Public Radio and happened to have it on last night (or maybe it was PBS), they were discussing the debates about what to do in Afghanistan. One of their correspondents was asked to comment on the costs of the war. She went through the costs of the war, so many hundreds of billions, and then the most severe cost—you know, a thousand American soldiers killed—and then the discussion ended. Now, is that the only cost? There’s no cost to Afghans?

Guernica: One of the ironic “hopes” in your book is the term “hope” as used by what you call “Brand Obama.” Brand Obama seemed to buttress Americans’ assumptions that because we elected a part-black president, we must be over our racism and this is more evidence that we have a noble purpose and a basic goodness. But you point to other countries, India, Bolivia—and where else?—where an outsider was elected.

Noam Chomsky: It’s happening in many parts of Latin America. Bolivia is particularly dramatic. But it’s also true in Brazil. Lula, the president of Brazil; he’s a peasant, steel worker, union organizer, didn’t have much higher education. What put him into power are these vast popular movements.

They don’t go along with his policies altogether; by any means, they’re pretty critical of them. But part of the electoral base, like the Landless Workers’ Movement may be the most important mass popular movement in the world. The same is happening elsewhere. Comparing that with our system should lead us to a deal of introspection about just who and what we are.

Guernica: Are you and Hugo Chavez friends?

Noam Chomsky: We’ve met on a friendly basis, but I think you might ask yourself why you are asking this question, and not asking, for example, whether Lula, Correa, and others are friends (for the record, they are, to the same extent). I think we know the answers, but they might be useful for you to think about the matter more carefully.

Guernica: I am unaware of either of those others holding up one of your books and giving your sales a renewed jolt.

Noam Chomsky: It doesn’t answer my question. The fact that he held up my books says nothing about whether we are friends. We’ve never met. I’ve praised work of Hume’s, but it doesn’t mean he was my friend. The question arises about Chavez, not Lula (who I know a lot better) or Correa (who I just spent a few hours with) or many others who are at the heart of the “pink tide” because Chavez is demonized by state/media propaganda. I don’t accept that. Nor, I think, should you.

Guernica: You just said you have met him. Now you haven’t? Your reflexive antagonism aside, I’m happy to give you a moment to explain why we shouldn’t accept state/media propaganda against Chavez.

Noam Chomsky: I hadn’t met him when he held my book up at the UN. Since then, I did spend a few hours with him, like Correa, nothing like Lula, who I spent several days with and got to know pretty well. Sorry if it sounds like reflexive antagonism. It’s rather that I think we should be asking ourselves why the reflexive question is about Chavez—not Lula, or Correa, or for that matter Morales, who I haven’t met but have written about far more than Chavez.

Guernica: In the new book, you hit Obama pretty hard over his cabinet and the Wall Street types in his administration. You also basically allege that neoliberalism and the free market policies that we recommend to others—not only do we not follow them, but they don’t work, in terms of standard of living, wages, etc. You actually say protectionism does work and point to some interesting examples. Ronald Reagan. South Korea.

Noam Chomsky: Adam Smith had advice for the American colonies in the seventeen seventies. He advised the colonies to follow classical economic principles—they’re not very different from neoliberalism. In fact, it’s pretty much what economists today recommend to the third world. He said, Keep to your comparative advantages—the term “comparative advantage” hadn’t been invented yet—produce what you’re good at, which is catching fish, hunting fur, and growing food, and export it to us in England. And import superior British manufactures.

But the U.S. gained its independence, so it didn’t have to follow that advice, and didn’t. It immediately set up under Alexander Hamilton high protective barriers to try to bar superior British textiles, in later years British steel. And it built up its own manufacturing base under protective barriers and by an enormous amount of state intervention. Take, say, cotton, the fuel of American industrialization. Well, how did America produce cotton? First of all, by exterminating the indigenous population. Secondly, by slavery. Those are pretty severe market interventions. Yeah, they worked.

Guernica: So your greater point is...

Noam Chomsky: I’m not recommending protectionism. I’m just saying, let’s be honest. Before we preach to others, let’s find out the truth about what we ourselves do. So take Ronald Reagan whom you mentioned. He’s considered the high priest of free markets. In fact, he was by far the most protectionist president in post-war U.S. history.

Guernica: So what are you recommending?

Noam Chomsky: I think decisions should be made in an entirely different manner for entirely different ends. Should producing more goods and consuming more goods be the highest value in life? That’s not obvious, by any means.

Guernica: And what would be?

Noam Chomsky: Living decent lives, in an environment that provides for people’s essential needs, offers them opportunities to become creative, active, to work together in solidarity, [and lead] more happy, creative lives. That’s a more important goal, I think.

Guernica: Here’s one critic of your work, Nick Cohen in the Observer: “The lesson of 11 September is that no constraints of morality or conscience would stop al-Qaeda exploding a nuclear weapon. If however, it is all our fault, as Chomsky says, perhaps we can avert catastrophe by being nicer and better people. Perhaps we can, but Chomsky is as reluctant to admit that al Qaeda is an autonomous movement as he is to admit the existence of the democratic and socialist opposition to Saddam Hussein.”

Noam Chomsky: They’re mentioning somebody with my name. But it doesn’t relate at all to anything I’ve ever said or believe. Who did you say you’re quoting?

Guernica: Nick Cohen in the Observer.

Noam Chomsky: Oh, Nick Cohen’s a maniac. If you’ll notice, he never cites anything. Does he cite anything? That already gives you the answer. Go back and check. He doesn’t cite anything. These are just diatribes, tantrums. I’m not interested in them.

Guernica: The greater point is that there are maniacs who have sought from their clerics and received permission to use nuclear weapons on civilians.

Noam Chomsky: Yes, there are. And we should try to prevent it. And there are ways to prevent it, and I discuss them, but they’re not his ways. His ways are just bomb everybody in sight. Well, I think that’s the way to increase terror. In fact, it has increased terror.

Guernica: It’s increased terror sevenfold, you write (citing analysts on the Iraq war).

Noam Chomsky: But he doesn’t like what I say, so he’ll scream and shout and slander. Why pay attention to him? Do you read Stalinist party acts?

Guernica: I don’t.

Noam Chomsky: Okay.

Joel Whitney is a founding editor of Guernica.

viernes, 14 de mayo de 2010

Primera sesión del III Seminario Internacional Antonio Gramsci, 13 de mayo de 2010 Bogotá, Universidad Nacional, Durham, Duke University, Universidad Javeriana, Cali, Politécnico Grancolombiano, Bogotá.

DIÁLOGO CON MICHAEL HARDT, COAUTOR DEL LIBRO COMMON WEALTH CON ANTONIO NEGRI.

PONENCIA INAUGURAL (Apartes)

GENEALOGÍA Y RUPTURA DE LA REVOLUCIÓN PASIVA


Miguel Angel Herrera Zgaib

Profesor Asociado, Dpto de Ciencia Política, Unal
Director III SEminario Internacional Antonio Gramsci


Condorcet proclama, y Hannah Arendt se hace eco de él doscientos años más tarde, que la palabra revolución se aplica solamente para las revoluciones que tienen a la libertad como su objeto. Nosotros extenderíamos esto diciendo que las revoluciones tienen que tener la democracia como su objeto y entonces que la dirección y contenido de la transición revolucionaria tiene que estar definido por el incremento de las capacidades para la democracia de la multitud. Hardt, Negri. Common Wealth, pp: 362.

¿Qué tiene que ver todo lo ya dicho con la vida y obra de Antonio Gramsci? Máxime, cuando su fallecimiento ocurrió en 1937, a un año de salir de las cárceles fascistas. Consumieron su libre movimiento por más de un decenio, pero nunca su potencia reflexiva en un abyecto constreñimiento, doblado por el aislamiento que practicó sobre él comunismo internacional liderado por Stalin, agenciado por su secretario Palmiro Togliatti.

La guerra de posiciones y la revolución pasiva se relacionan con el modo cómo Gramsci pensó las revoluciones proletarias en el siglo XX, en particular, del modo cómo entendió más allá de la existencia física de Marx sus hieroglifos sobre el específico tópico de la revolución burguesa y proletaria. Esto se fraguó en las intensas deliberaciones tenidas por el cerebro colectivo que pensó la revolución en Occidente, posibilitadas por el triunfo en Rusia, a instancias del Konmitern.

Gramsci etiquetó sus insights, sus intuiciones, en la ecuación Oriente y Occidente, para reconocer que la sociedad civil en ambos escenarios hacía una gran diferencia. El desarrollo capitalista tenía rasgos singulares en ambos lugares.

La de Oriente era una sociedad civil gelatinosa, en relativa formación, donde la sociedad capitalista no estaba plenamente establecida, puesto que había una inmensa masa de campesinos recién liberados de las cadenas de la servidumbre. Otro cantar era en los países europeos, y en los Estados Unidos de América, que inspiraron sus reflexiones del Cuaderno Americanismo y Fordismo.

Marx plasmó in nuce, de modo breve, la intuición de la hegemonía, de la dirección proletaria, y su carácter en las páginas dedicadas a las luchas de clases en Francia. En particular, su célebre fascículo, El 18 Brumario de Luis Bonaparte es ilustrativo al punto.

Pero, más definitivo aún, es el modo temprano cómo Marx y Engels definieron el peculiar carácter revolucionario del capitalismo como un todo. Tal y como aparece en el Manifiesto Comunista (1848), que es una suerte de contra-revolución permanente en marcha, al confrontarse con las luchas proletarias de liberación del capital y contra los yugos coloniales, según la especificidad de los entornos de la cadena imperialista.

Sobre el particular es ejemplar como resumen el escrito de Antonio Gramsci, Análisis de situaciones, relaciones de fuerzas, pensado para la escuela de cuadros que intentó motivar en los primeros años de su encarcelamiento, a partir de 1929. Allí, él sintetiza de manera creativa, su experiencia internacionalista de Viena y Moscú, donde tuvo una cura de salud, encontró y conquistó al amor de su vida, la pianista Julia Schucht.

Gramsci definió dos tipos de revoluciones: la revolución desde abajo, activa con la participación directa proletaria y nacional popular, de una parte; y la revolución pasiva, desde arriba, el conformismo del capital, que todo cambia para que todo siga igual, de otra.

La reflexión de Gramsci actualiza el planteamiento de Marx y Engels, vertido en el Manifiesto Comunista, que el capitalismo tiene que revolucionarse permanentemente, y lo escrito posteriormente al estudiar la lucha de clases en Francia, cuando distinguiera Marx entre revoluciones burguesas y proletarias.


Gramsci reedita creativamente estas lecciones, entendiendo la experiencia del Risorgimento italiano como una forma de revolución pasiva, el modo como Italia se hace a la mar del capitalismo en forma tardía, y que sólo se perfecciona perversamente por la vía del fascismo, cuyo conductor será el antiguo líder de la juventud socialista.


Gramsci también hizo desde su encierro un ejercicio de síntesis de una revolución burguesa clásica, la francesa, mostrando el corte de clase que la periodiza en su expansión, marcado por la rivalidad epocal entre proletarios y burguesos, en se resume en el evento de la Comuna de París.

Es, ni más ni menos, que el finiquito de la experiencia jacobina, la onda larga de la expansión de la libertad de la república de la propiedad impuesta por las armas, que choca con la insurrección de los communards que reclaman la abolición de esa república burguesa, y su reemplazo por la dictadura proletaria, en medio del estruendo de cañones y fusiles coaligados de Bismarck y Thiers.

Bicentenario y emancipación: un comienzo

¿Cuánto no se opondrían todos los nuevos estados americanos, y los Estados Unidos que parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miserias a nombre de la libertad? Me parece que yo veo una conjuración general contra esta pobre Colombia, ya demasiado envidiada de cuantas repúblicas tiene la América. Carta de Bolívar al General Urdaneta. Cita del texto Marx y Bolívar: historia de un fraude, escrito por José Obdulio Gaviria. Lecturas Dominicales, 28 de octubre de 2006, p: 9.


Después de la Comuna, cambiará de eje el curso de la revolución pasiva del capital, en el espacio tiempo del mundo. Los Estados Unidos de América, el republicanismo de la propiedad en expansión, ajustará las cuentas en una guerra civil con la propiedad física de los esclavos en el sur. Tomará la batuta de la revolución burguesa, después del periodo de la Reconstrucción,[1]


Ahora bajo una renovada forma de revolución pasiva, la productividad del fordismo y el conformismo social del americanismo que lo complementa, que respondió a las luchas obreras de fines del siglo XIX y comienzos del XX, con los wobblies de Daniel de León, y la orden de los Caballeros del Trabajo, y el vigoroso populismo que exigía el mantenimiento del patrón oro.


Al mismo tiempo, la república del capital puso fronteras al carácter expansivo de la revolución suramericana, que resulta de la guerra de independencia realizada triunfalmente por los ejércitos bolivarianos.


Después de la insurrección contra el imperio español, y la guerra revolucionaria prolongada que se sella en los campos de batalla de Boyacá, Pichincha y Ayacucho, el proceso de la liberación sufre el primer boicot internacional es la confrontación en la Anfictionía de Panamá entre Bolivarismo y Monroísmo, en 1826.


Es a la manera de la revolución pasiva del capital, inmortalizada en la novela Gatopardo del Príncipe de Lampedusa, y en Colombia por los escritos periódicos de Rafael Núñez bajo el nombre de Regeneración, como la contracara del Federalista estadounidense, el modo, digo, como la revolución de los de abajo, los afro, los criollos, mestizos y sectores indígenas fue domada en Colombia.


Primero, con la derrota de la liberación plena de los esclavos en que se había comprometido Bolívar con el apoyo que recibió de la revolución haitiana. Esta sólo ocurrirá hasta 1853, bajo el gobierno del Gral José Hilario López.


En seguida vendrá el aplastamiento del levantamiento y gobierno de las Sociedades democráticas en 1854, que llevaron al gobierno por unos meses al general José María Melo, que terminará exiliado y encontrará fin a sus días en México.


En Colombia, la revolución pasiva corresponde al periodo de la Regeneración, que Fernando Guillén Martínez, denominó el primer Frente Nacional que consolida la república de la propiedad fundiaria terrateniente y ofrece las primeras garantías a la fusión con el capital bancario y el capital comercial que facilitará un despegue industrial incipiente.


Dicho de otro modo, la Constitución de 1886 es la armonización de intereses entre las oligarquías, que representan a las clases terrateniente y burguesa comercial, que dan vida al capital financiero y los incipientes procesos de industrialización, que de otro lado excluye del poder político efectivo a los grupos y clases subalternas de Colombia.


Así se marcaron los primeros 100 años del republicanismo oligárquico autoritario pleno, que culmina con la presidencia de Carlos E. Restrepo, el primer centenarista en el gobierno del incipiente capitalismo nacional.


En 1910, la generación del siglo de la Independencia entronizó la institución de la acción de inconstitucionalidad, una

pieza maestra del liberalismo que es utilizada pocas veces por la ciudadanía del común; y será, la más de las veces, después, un monopolio de los abogados y de no pocos rábulas.


[1] Ver los escritos de W. E. Du Bois, en la interpretación del papel de los grupos y clases subalternas, y Charles H. Beard desde la perspectiva constitucional estudiada desde la perspectiva de los factores reales de poder.