miércoles, 18 de diciembre de 2013

¿ES POSIBLE DEFENDER LO INDEFENSABLE: LOS PARTIDOS?

¿ES POSIBLE DEFENDER LO INDEFENSABLE: LOS PARTIDOS?

David Jiménez[1]

                                                      El profesor David Roll de la Universidad Nacional de Colombia en su columna titulada “En defensa del Liberalismo”, publicada en el periódico El Mundo de Medellín el 11 de diciembre de 2013, defiende al Partido Liberal.  Resalta que es un partido más de izquierda que derecha, responde las críticas internas que hacen sus líderes en el partido, y concluye que es el partido para agrupar a la izquierda tras las negociaciones de paz.

En los sistemas políticos contemporáneos existe una crisis de representación, la poca identidad partidista y la baja confianza en los partidos políticos en las democracias occidentales. En nuestro caso colombiano, defender a los partidos en un contexto de corrupción, infiltración de organizaciones criminales en la política y clientelismo es difícil sostenerlo, y mucho menos ahora, dado que la evidencia empírica de corrupción y captura del Estado están latentes en el sistema político, y el liberalismo no está fuera de tales conductas.

La participación en el posconflicto
                                                            El líder conservador Álvaro Gómez Hurtado señalaba días antes de su asesinato que la solución no era derrocar el gobierno, sino cambiar el régimen que eligió al presidente Ernesto Samper. Con los anteriores antecedentes, los paros y movilizaciones sociales, así como las estudiantiles y campesinas desde 2011 en toda la geografía colombiana.

Tales  demandas sociales podría llevar en un eventual escenario de posconflicto a la constitución de un partido agrario y campesino como lo ha sostenido el profesor Miguel Ángel Herrera Zgaib, dado que los problemas de la tierra y del campo hacen parte de la raíces históricas del conflicto armado desde hace 60 años.

Los partidos tradicionales – Liberal y Conservador – llevan más de 160 años turnándose en el poder político, y desde 1991 manipulan el sistema político colombiano, sin tener responsabilidad política histórica con los problemas nacionales.

 Ahora bien, defender, como lo hace el académico liberal, que alguno de estos dos partidos históricos, o sus apéndices, el uribismo o el partido de la U; o que en este caso puntual el liberalismo que conocemos es el futuro para la izquierda democrática, los sectores excluidos y subalternos, o para la paz. En buen romance, hacerle caso a esta sugerencia pública  es garantizar la dominación del clientelismo asociado con corrupción y la no democratización colombiana.

PD: Las Farc-ep prometió y volvió a declarar el cese unilateral de hostilidades, pero, al mismo tiempo el pasado fin de semana realizó hostigamientos a la fuerza pública en el Municipio de Anorí (Antioquia) afectando a la población civil, como acto de cierre. ¿Esa es la paz?



[1] Politólogo y estudiante de Maestría en Estudios Políticos. Participante del Grupo Presidencialismo y Participación de la Universidad Nacional de Colombia. E-mail: presid.y.partic@gmail.com

viernes, 6 de diciembre de 2013



¿Y LA PAZ DE COLOMBIA? DE GRAMSCI A MADIBA. 

“Decir la verdad es revolucionario.” Ferdinand Lassalle, citado por A. Gramsci (1891-1937).

“Dejad que la libertad reine.” Nelson R. Mandela (1918-2013).



Antecedentes dolorosos 

                                                             En el transcurso de esta semana han coincido dos situaciones, la muerte de Nelson Rolihlaha Mandela, “Madiba”, y la sesión final del VIII Seminario Internacional Gramsci. Este fue un evento realizado en los predios de la Ciudad Blanca, que a lo largo de sus cuatro sesiones que empezaron el 13 de noviembre, se orientó a reflexionar sobre la Paz, la Democracia y la Constituyente Social en Colombia y la región Andino Amazónica. 


Así mismo se buscó recordar el legado de cuatro figuras intelectuales relacionadas con la realidad política y social de la humanidad, Nicolás Maquiavelo, Eric Hobsbawn, Marshall Berman y Luis Eduardo Nieto Arteta, en tres escenarios diferentes, Economía, Psicología, y en el recinto Margarita González de posgrados de Ciencias Humanas, y el Auditorio Camilo Torres de la Facultad de Derecho de la Ciudad Blanca.

El edificio se cerró cuando colapsaron los cielo rasos del segundo piso del más emblemático de los lugares de la Universidad restaurada en 1938, en terrenos donados por el patricio liberal Nemesio Camacho, una zona tachonada por humedales sabaneros, y blasonado con las imágenes del cura Camilo Torres,  y el guerrillero heroico, Ernesto Guevara.

Misterios gozosos

“Contrariamente a los análisis del Estado reducido, del aparato gubernativo neutro o clasista (…) descubrió en los años 20 y en la crisis del 29, una nueva fase de la historia del Estado, poniendo fin de manera definitiva, al Estado liberal clásico y a la autonomía anterior de la sociedad civil reducida al mercado y al único burgués privado, el individuo separado de la familia.” Christine Buci-Glucksmann, Gramsci y el Estado, p. 163.


                                                          Empleando como leit motiv el legado de Antonio Gramsci y sus cultores en América Latina y el resto del mundo. en la sesión final del Seminario, realizada en el Auditorio que recuerda la obra de la historiadora Margarita González, el 4 de diciembre, con ocasión del lanzamiento del libro Gramsci y la crisis de hegemonía. La refundación de la Ciencia Política, se realizó un conversatorio en el que además de su autor, participaron docentes nacionales e internacionales. 

El exrector de la Nacional, Ricardo Mosquera, vinculado a la investigación con la facultad de Economía, Jairo Iván Peña, exdecano de la Facultad de Derecho, Unal; el profesor investigador Peter Ives, U. Winnipeg, autor de Language and Hegemony in Gramsci (2004). Mario Forero, autor de Incidencia del Neopopulismo (2013), profesor investigador de la U. Jorge Tadeo Lozano, politólogo internacionalista y filósofo.

Igualmente, intervinieron, el editor del libro Gramsci y la crisis de Hegemonía (2013), Juan Carlos García Lozano, maestro y estudiante del doctorado en Historia, y Yolanda Rodríguez Rincón, maestra y doctorante en estudios políticos, IEPRI/Ciencia Política, en representación del Grupo presidencialismo y participación, (GPyP), Colciencias/Unijus.

Hubo aproximaciones explicativas y críticas, aplicadas a Colombia en presente, y al calor de los escritos de Gramsci, a propósito de los grupos y clases subalternas, y la guerra de posiciones actual, marcada por la disputa epocal entre democracia y guerra examinando las realidades contemporáneas, con China como invitada principal.