lunes, 15 de junio de 2009

La Juventud y La Escuela de la Ciudad Blanca

¿Qué oportunidades y qué posibilidades perciben l@ jóvenes que les permita contar con los elementos necesarios para construir un proyecto de vida alternativo, con el pleno desarrollo de sus capacidades intelectuales y morales, participación ciudadana y formación política democrática?



Antecedentes de un anuncio


El semillero Transpolítica está ad portas de publicar su primer libro, Gobernanza y Biosociedad, sobre una experiencia juvenil en Bogotá, en los espacios de Puente Aranda, y en las calles de la ciudad capital, cuando éstas vieron no sin sorpresa una movilización de la gente menuda como no se veía desde la década de los 70. Es un nuevo trabajo investigativo del grupo Presidencialismo y Participación en el cual ponen en práctica sus integrantes una forma de indagar que revisa los aportes hechos por Orlando Fals Borda, para darle existencia a un nuevo enfoque, la Investigación Acción Formativa, IAF.




Ahora, después de dos años de cocinarlo, el texto colectivo aparece con el interés de avanzar en la comprensión de nuestra modernidad contrahecha, atravesada por la exclusión social y asediada por el vértigo de la posmodernidad virtual. El libro es un esfuerzo por asir aspectos de lo que ocurrió entre 2006 y 2007 con la escolaridad formal de Bogotá y la ciudadanía juvenil vistas desde varias ópticas.


Una es la experiencia del Colegio femenino Silveria Espinosa de Rendón, un colegio departamental en sus orígenes, que albergaba en forma exclusiva a las hijas de los educadores, ubicado en las lindes de la zona industrial como un centinela al borde del abismo. Ahora las estudiantes, atacadas subrepticiamente por una de las contaminaciones más altas del continente, viven otra experiencia, ser adolescentes en el tercer milenio y prepararse para la vida adulta.


Al mismo tiempo está otra, la protesta universitaria multitudinaria que irradiada desde la Universidad Pública, con el respaldo del gremio de los maestros, pronto pobló y desbordó la rutina de las calles de entusiasmo, protesta y resistencia al deterioro de la educación pública desmontada yasfixiada presupuestalmente por el ejercicio puntual, voraz de la vulgata neoliberal que es el credo único del bloque en el poder que preside Alvaro Uribe. L@s estudiantes se movilizaron por miles in crescendo, y los más jóvenes ocuparon los colegios, y sólo las agresiones del Esmad hicieron que claudicaron los más decididos desde la Nacho hasta el municipio de Soacha en las goteras de Bogotá.


Magnificar el ejemplo


Aunque no se haya conseguido todo lo que se reclamaba, la lucha cosechó notables enseñanzas para un proyecto pedagógico transversal a toda la enseñanza desde literalmente la primaria hasta los escalones superiores de la Universidad. A la vez, aquella movilización sin precedentes nos trajo a la memoria los cuarenta años del 68, y los aires de renovación del movimiento estudiantil del 70 que respondió a la crisis del Frente Nacional como proyecto político excluyente, tanto del campesinado como de la nueva intelectualidad de masa que irrumpía con sus reclamo de reforma educativa y fin para la injerencia estadounidense que tenía nombres propios en el Plan Atcon y la Fundación Ford.


Honrando la experiencia participativa de los años 2006-2007. Potenciando las experiencias pedagógicas de signo libertario que se robustecen en la autonomía del común;eEn correspondencia con el desafío que significa para la ciudad capital un segundo gobierno de la izquierda, el grupo Presidencialismo y Participación contando con el compromiso de varios jóvenes y sus experiencias de cosntrucción y creación educativa, empieza ahora un ejercicio de gestión social del común, en defensa del proyecto educativo afincado en el colegio femenino Lorencita Villegas de Santos.


La escuela Ciudad Blanca


El objetivo es poner en práctica un ejercicio de extensión de la Universidad a la Ciudad. Es un proyecto de Escuela Juvenil Ciudadana bajo el nombre Ciudad Blanca, con el cual se salvan las barreras convencionales del campus. Así, la inventiva pedagógica y la propuesta alternativa de una Bogotá social se mueven a contra-marcha de las periódicas incursiones policiales en la Nacho que interactúan ritualmente con las acciones de protesta violenta que se escenifican en sus predios.


Es la participación en la configuración práctica de un saber para decidir sobre los asuntos colectivos, lo que esperamos de la colectividad de Barrios Unidos, sede experimental de este primer plan piloto; y una preparación de la comunidad política y científica bogotana para demandar la igualdad social positiva, que tome en serio los derechos económicos, sociales y culturales.


El primer acto público a realizar después de cubrir el conjunto de las localidades será la realización de una asamblea constituyente capitalina por la defensa y ampliación de la educación pública a todos los niveles, que exija la mejor calidad en la enseñanza; la cobertura plena para la población hasta el bachillerato diversificado, la dotación infraestructural adecuada; el fortalecimiento de las universidades públicas de Bogotá, y el control de los costos en la educación universitaria privada.


El camino radical de la democracia social


El propósito es ambicioso y tiene un comienzo modesto. Éste pondrá a prueba la vocación democrática radical de la población citadina, y la disposición irrenunciable de su juventud por desmontar la estructura de privilegios sociales, económicos, culturales y políticos que la propia independencia nacional no consiguió. Es el acto de preparación para la celebración adecuada del año 2010, no desde la preocupación de las elites en el poder, sino desde la preocupación y el compromiso de los más, los muchos, los grupos y clases subalternas en la búsqueda de su liberación de la ignorancia, la exclusión social y la marginalidad política.