EL
JUEGO DE INTERESES: EL PLAN NACIONAL DE DESARROLLO
David
Jiménez[1]
La semana anterior, el
Gobierno Nacional radicó el proyecto de ley 200 de 2015 en la Cámara de
Representantes, esto es, el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018 “Todos por un Nuevo País” con un monto
aproximado de 703 billones de pesos.
A su vez, El Tiempo (7 de Febrero, 2015), en la entrevista a Simón Gaviria,
Director de Planeación Nacional, reportó el recorte de casi 90 billones sufrido
por el plan de inversiones del nuevo plan de desarrollo, supuestamente
explicable por las variables macroeconómicas.
Ahora el más importante de
los documentos nacionales continuará su trámite y debate político en el
Congreso de la República. Así como su examen por parte del Consejo Nacional de
Planeación, sin que estas dos instituciones tengan poder de veto sobre él. Habida
consideración que el régimen presidencial de Colombia le da efectiva primacía a
la cabeza del ejecutivo nacional.
Para este caso, el país
modificó a partir de 1968 una tradición milenaria de los regímenes de
representación en Occidente que nos transporta a la Inglaterra de Juan sin
Tierra, cuando se creó la conocida como Carta Magna, cuando la proto-cámara de
los lores exigió entonces al monarca representación, y una suerte de poder compartido,
en términos de control sobre las ejecutorias de la autoridad real.
El
Juego Político en escena electoral
Al mismo tiempo, el próximo 25 de octubre de 2015, tendremos elecciones
de autoridades territoriales (Gobernadores, Alcaldes, Diputados, Concejales y
Ediles), mediante las cuales muchos congresistas buscarán afianzar su poder
político en Departamentos y Municipios, quienes les aseguren su reproducción
electoral “natural”, sin excluir la mermelada oficial, en el 2018, esto es,
¿cómo no?, la ayuda de la burocracia y presupuesto territorial.
En resumen, los honorables Senadores
y Representantes buscarán pre-elegir a gobernadores y alcaldes afines a su
poder político, y pocas veces fallan en una práctica democrática corrompida por
el clientelismo y el “dinerito” legal e
ilegal. Esta inversión resulta una “bicoca” si se compara con los depósitos en
el banco suizo HSBC, que alcanzan a U.S $ 50.000 millones mal contados, sabidos
a raíz de la filtración de uno de sus empleados encargado de llevar esta
contabilidad “secreta”.
Por otra parte, la coalición
de Unidad Nacional, sus congresistas buscarán incluir partidas presupuestales
para regionalizar proyectos de inversión que les asegure la gestión de obras en
sus feudos electorales con el propósito manifiesto de obtener réditos
electorales en 2015 y 2018.
Esta tarea la tendrá Simón
Gaviria como Director de Planeación Nacional y Mauricio Cárdenas como Ministro
de Hacienda, quienes manejan la “ventanilla siniestra”, para sus negociaciones con los legisladores
buscando afianzar la mayoría parlamentaria en el Congreso para todas las
iniciativas gubernamentales.
Claro, ellos atenderán a lo
que disponga su jefe máximo, y el conciliábulo de sus superministros, que
cuidan con celo los intereses del capital financiero, a cuya cabeza sigue, un
rey sin corona, pero con dólares, euro, acciones, y pesitos a granel, el cuasi todo poderoso Luis Carlos Sarmiento
Angulo, hijo dilecto del alma mater de la nación colombiano, de donde salió
graduado como ingeniero civil,
Teoría
de juegos y política republicana
Vale la pena recordar el trabajo de los economistas Cesar Pallares,
Claudia Medina y Marcela Palacios (2010) de la Universidad de Antioquia, donde con la ayuda de la teoría de
juegos, demuestran que la región con mayor peso político y electoral en las
comisiones económicas del Congreso de la
República, obtienen mayor inversión en el Plan Nacional
de Inversiones Públicas.
La investigación realizada
de 1998-2010, encontró que la Región Occidental (Antioquia, Caldas, Cauca,
Choco, Nariño, Quindío, Risaralda y Valle del Cauca) al tener mayor presencia
de congresistas, obtuvo mayor inversión nacional durante tres presidencias
seguidas.
Ahora con el antecedente
periodístico sobre la distribución de la llamada “mermelada” para las
elecciones de 2014, el nuevo proyecto de plan de desarrollo será más que un
proceso de discusión técnica y democrática. Lo real serán los vetos o
aprobaciones que se impartan desde el Ministerio de Hacienda y Planeación
Nacional para rechazar o incluir iniciativas de regionalización de la inversión
en el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018.
Finalmente, los
parlamentarios de la Unidad Nacional, no aprobarán sin cuenta de cobro en las
comisiones económicas de Senado y Cámara, el texto tal cual como fue presentado
sin que primero tengan luces de regionalización de inversiones en los
Departamentos y Municipios donde se encuentran sus electores.
[1]
Politólogo y Estudiante de Maestría en Estudios Políticos, participante externo
del grupo presidencialismo y participación Unal. E-mail: presid.y.partic@gmail.com