lunes, 17 de octubre de 2016

LA PAZ PARA TODOS. REFORMA TRIBUTARIA CONTRA LOS POBRES

LA PAZ PARA TODOS. REFORMA TRIBUTARIA CONTRA LOS POBRES

David Jiménez[1]

“El comercio internacional es la sangre que da vida a la economía global e impulsa a las empresas a especializarse e innovar”
Mauricio Cárdenas
Discurso del Presidente de la Junta de Gobernadores del FMI-Banco Mundial, Octubre 8 de 2016

Los resultados del plebiscito, tiene a un sector de la multitud marchando en las principales ciudades, en torno a un acuerdo de paz entre el Gobierno Nacional y las FARC-EP.

La paz tiene sus dividendos económicos, lo han explicado mucho desde las altas esferas del gobierno Santos, donde la economía tendrá un crecimiento adicional, pero nunca han explicado si los ingresos y la calidad de vida de los estratos 1, 2 y 3 van a aumentar en el post-conflicto. Por ahora la propuesta de reforma tributaria, le trae un dividendo a la élite económica, la eliminación del impuesto a la riqueza.

La intención del Gobierno Nacional de ingresar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico –OCDE-, donde pertenecen las economías desarrolladas y con crecimiento económico, ahora se viene con un ajuste estructural en la economía, los impuestos.

En primer lugar, se crea el monotributo, un nuevo impuesto para los pequeños comerciantes, donde ejecutan sus actividades especialmente en los estratos 1, 2 y 3. Los “pequeños” comerciantes no hacen parte del gran capital nacional y extranjero que goza de privilegios tributarios.

Pero el Ministro de Hacienda argumenta la reforma bajo el supuesto de la formalización, pero que desconoce que los pequeños comerciantes (tenderos, peluquerías, misceláneas, entre otros) si pagan impuestos, por un lado pagan el Impuesto de Industria y Comercio a los municipios y por el otro venden productos que ya vienen cargados o facturados con el IVA.

Sin embargo, no todos los pequeños comerciantes tienen altos niveles de ingreso, pero el Ministerio de Hacienda con la falacia de la “formalización” se inventaron una nueva carga tributaria para los comerciantes pobres que no hacen parte de ninguna sociedad comercial o grupo empresarial, porque para controlar la evasión fiscal en el pequeño comercio, deben aumentar la inspección fiscal y tributaria para detectar a evasores sin crear un nuevo tributo sin ninguna distinción, donde se hace sobre los ingresos del pequeño comerciante y no sobre sus utilidades. La nueva reforma, no discrimina cuanto es la utilidad para el comerciante que vende 50, 100 o 200 mil pesos diarios sino que los grava sobre la totalidad de sus ingresos anuales.

En segundo lugar, se propone eliminar el impuesto a la riqueza, un tributo creado para las personas naturales y jurídicas de altos ingresos, dará privilegios a las grandes empresas, una medida anti-progresiva, al eliminar una carga tributaria para las empresas más poderosas del país y por el otro lado aumentar el IVA a los consumidores, en especial  afecta a millones de colombianos que no tienen un ingreso digno para soportar las nuevas cargas tributarias en todo lo que necesite consumir para sobrevivir.

Al parecer, el traidor de Álvaro Uribe Vélez, el Gobierno de Juan Manuel Santos con esa política busca generar “confianza inversionista” al gran capital nacional y extranjero, uno de los pilares de la política económica Uribista y Santista donde la concentración de la propiedad y la riqueza no cambian de rumbo frente a la vida de millones de campesinos y desempleados excluidos del sistema económico y sus beneficios.

El Gobierno Nacional quiere tapar la caída de sus ingresos en 24 billones, poniendo a tributar a los pobres con más IVA y a los pequeños comerciantes con el “monotributo”, y por el otro lado, el Ministro de Hacienda no habla del valor de 9,2 billones de pesos que cuestan las exoneraciones y beneficios tributarios, de la cual no se quiere derrumbar porque perjudica a los grandes grupos económicos nacionales y extranjeros.

Por lo pronto, parece una ilusión que los principios de equidad y progresividad tributaria, que consiste en que los que tienen más dinero y capital, paguen más impuestos, no hace parte de la ola de la democratización de la paz y del #AcuerdoYa.

En la paz ganamos todos, pero con la reforma tributaria pierden los pobres y los pequeños comerciantes. Por lo que es necesario modificar las pretensiones neoliberales de cobrar la paz a las multitudes de pobres, trabajadores, mujeres, indígenas, afro-colombianos, expoliados y explotados a lo largo de medio siglo, en que la guerra hizo más ricos a los ricos.



[1] Politólogo, magister en estudios políticos. Participante externo del GPYP Unal/Unijus. E-mail: presid.y.partic@gmail.com

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