ROBLEDO GANÓ EN LA CONCILIACIÓN, PERO...
miguel angel herrera zgaib
Director Grupo Presidencialismo y participación
Director Proyecto Sociedad GlobAL Gramsci, SGG/GGS
El martes de esta semana fue un día amargo para el abogado del capital financiero, Humberto Martínez Neira, ex empleado de Luis Carlos Sarmiento Angulo; "pillado" por el senador Jorge Enrique Robledo y su eficiente equipo de asesores, en las andanzas con Odebrecht, y la construcción de vías 4G, anteriores al hecho de ser escogido Fiscal de la nación por el presidente Santos.
Martínez Neira fue el escogido para reemplazar a Eduardo Montealegre, el brillante profesional liberal amante del dinero fácil, la contratación con sus amigos, y, sobre todo, codicioso del poder político, no apto para vigilar el proceso del posacuerdo con la insurgencia subalterna, puesto que el presidente en funciones ya tiene un sucesor pre-seleccionado.
Desde la primera presidencia de Juanpa se ventila a ojos vistas, la sucesión en cabeza de Germán Vargas Lleras, heredero gemelo de la oligarquía bogotana, fruto del maridaje Eduardo Santos/ con los primos LLeras, Alberto, después de ser escudero del viejo López, y Carlos, rival principal de Jorge Eliécer Gaitán.
Claro está también, con el beneplácito del gobierno imperial bipartidista estadounidense, desde la creación de la Unión Panamericana, la OEA, el Tratado de Río, el Plan Laso, Colombia, you name it, en adelante.
Olivos y aceitunos, todos son...
Se acabó el turno para los advenedizos, luego de la riesgosa experiencia del chalán que toma tinto montado de a caballo para el circo, es amante de la poesía de cantina, y que intimida con los golpes y el vituperio a los débiles.
Tal selección presidencial fue algo así como como poner al ratón a cuidar el queso Paipa. Es lo que en silencio pensaba Claudia López, cuando objetó, pero no mantuvo su postura en el caso que Martínez Neira fuera el "ungido" por el ejecutivo reelecto.
Dicho de otro modo, si Montealegre era el protector "sin querer queriendo" de los desfalcos en Saludcoop, esto es, de la estafa a la salud del común de la gente de los estratos uno al tres, defendiendo las trapisondas descaradas, aleves e impunes hasta hoy, del hoy "pobretón" Pallacino.
Ahora Martínez Neira, el gran abogado neoconservador, era el defensor en la sombra de las marrullas del gran conglomerado que preside el exitoso gerente de obras de todo tipo, el esforzado ingeniero civil, egresado de la Nacho, Sarmiento Angulo, consagrado en vida, en el edificio "inteligente" de las ingenierías.
El neoliberalismo se tomó la Nacho
Luis Carlos, su monumento, pagado a medias, y con exención impositiva, dicen los que saben de derecho tributario, es el mojón que marca la toma "pacífica" del neoliberalismo de los predios de la Nacional, y la pérdida de los restos de su autonomía territorial ilusoria.
Aquella fecha se tradujo en la expatriación, por más de un año, de los representantes estudiantiles que denunciaban la maniobra de entregar la Nacho a un urbanizador, para salvar sus vidas.
En cambio, uno de los jóvenes encontró a un policía infiltrado y armado el día de la protesta, como escolta de Sarmiento:,y le protegieron su vida, y fueron amenazados desde esa fecha por las "águilas negras".
Desde entonces los terrenos de la Universidad Nacional refundada en 1867, después de la primera etapa republicana, que arranca el 18 de marzo de 1826, cuando se llamaba Universidad Central son un terreno codiciado. El búho y sus trazado se ha desplumado sintomáticamente, año tras año, con el beneplácito de los rectores de derecha y dizque de izquierda. Basta con revisar el juego de certificados de tradición y libertad de tales predios.
El nuevo emplazamiento en los terrenos donados para construir la sede actual, durante la revolución en marcha de López Pumarejo, 1934-38, está en la mira de los urbanizadores con Sarmiento Angulo a la cabeza.
Ellos quieren echarle mano, primero que todo a los predios que fueron los destinados a residencias estudiantiles, para conmemorar los 150 años del alma mater. Por eso, es bueno para los nostálgicos, visitar el primer piso del edificio Uriel Gutiérrez, antes las residencias "Gorgona"; para ver la maqueta de lo que queda del terreno original de la Nacho, y rodear el edificio para descubrir el hueco que permanece intocado en su respaldo, donde "estudian" ranas, larvas de zancudos, y otros animales escolarizados sin matrícula.
El pillaje y el despojo de terreno empezó desde cuando se hizo realidad la reforma modernizadora del médico Félix Patiño, quien contó con el total apoyo del primer presidente conservador del frente nacional, Guillermo León Valencia, el presidente cazador, y asiduo visitante, dicen, de célebres prostíbulos bogotanos.