sábado, 16 de marzo de 2013

El SISTEMA UNIVERSITARIO ESTATAL NECESITA MÁS DEMOCRACIA


El SISTEMA UNIVERSITARIO ESTATAL NECESITA MÁS DEMOCRACIA

David Jiménez[1]

El Sistema Universitario Estatal SUE, el gremio de las 32 universidades públicas reguladas por la ley 30 de 1992; todas tienen participación en su principal órgano de Gobierno que son los Consejos Superiores Universitarios de los gobernadores y el Ministerio de Educación, excepto a las universidades del orden nacional que solo tiene presencia el Ministerio de Educación.

Los rectores de las 32 universidades públicas, por la composición del Consejo Superior Universitario; son los que tienen el visto bueno del Ministro de Educación y de los Delegados del Presidente de la República en dicho órgano de administración.

De lo anterior, se viene planteando la necesidad de reformar el sistema universitario estatal no solo desde la parte financiera, sino desde su gobierno, para hacer pleno goce para ser un ente autónomo universitario donde en los órganos de dirección y administración se tenga presencia de la comunidad universitaria y menos injerencia de la Rama Ejecutiva.

El sistema universitario estatal tiene una parte excluida

En el sistema de educación superior pública colombiana, encontramos que Gobernaciones y Alcaldías tienen bajo la figura jurídica de “Establecimientos Públicos”  las Instituciones Universitarias; que no tienen transferencias del Gobierno Central por la ley 30 de 1992  sino de la entidad territorial Alcaldía ó Gobernación respectiva, las matriculas son más altas que en las 32 universidades públicas, poca planta de profesores y precariedad en infraestructura. A su vez, los órganos de gobierno y dirección están cooptados por el Ejecutivo Alcalde ó Gobernador.

De esta manera, en el país se tienen muchas instituciones universitarias de naturaleza pública no amparadas por la autonomía universitaria y sin responsabilidad del Gobierno Central. Así que, el Sistema Universitario Estatal, si piensa movilizar a la ciudadanía para fortalecer la educación pública, en especial los presupuestos de las 32 universidades, deben incluir a las instituciones universitarias públicas en esa movilización para hacer valer el artículo 69 de la Constitución Nacional.

Tal es el caso de Antioquia, la Gobernación tiene a su cargo el Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid y el Tecnológico de Antioquia; instituciones universitarias del orden departamental que ofrecen diversidad de programas académicos de pregrado y posgrado; pero tienen mayoría de profesores de catedra y ocasionales, poca infraestructura e investigación y están a “años” de diferencia para alcanzar a la Universidad Nacional sede Medellín y la Universidad de Antioquia.

 A su vez, el Municipio de Medellín tiene el Instituto tecnológico Metropolitano ITM, el Colegio Mayor de Antioquia y el Instituto Pascual Bravo; tiene los mismos problemas que las anteriores y el Municipio de Envigado tiene la Institución Universitaria de Envigado; todas pasan por los mismos problemas, de que sus ingresos dependen enormente de sus matrículas y de los servicios que presten más no de los giros que le haga su respectiva entidad territorial.

Así que, si en la Nacho podemos ver un joven de estrato 1 pagando 70 mil pesos al semestre; en las instituciones universitarias los valores oscilan entre 300 mil y 2 millones de pesos por matricula.

Por lo anterior, las comunidades universitarias de las instituciones de educación superior públicas debe abrir su órbita de las 32 universidades del SUE y movilizar a todas las instituciones universitarias de carácter público que no solo agrupe a los 32 rectores de las universidades públicas que buscan hacer cumplir el derecho a la financiación de la educación superior sino incluir a las instituciones universitarias de carácter público, que solo ayuda para los indicadores de cobertura al Ministerio de Educación y a las protestas universitarias para reformar la ley 30 de 1992 a las 32 universidades públicas, donde la reforma debe incluir la responsabilidad del Gobierno Central e inversión proveniente del Presupuesto Nacional más allá del sistema universitario estatal vigente.

PD: En una conversación con un rector de una institución universitaria me dijo una anécdota que una vez se reunió con la Ministra María Fernanda Campo y el Viceministro de Educación Superior y le mostró su preocupación por que su institución tenía problemas presupuestales y que deseaba tener transferencias de la Nación como cualquier universidad pública y le respondieron: A ustedes nadie los obligo a crear una institución universitaria pública, la educación superior no es obligación de los municipios.


[1] Politólogo Unal. Miembro del Grupo Presidencialismo y Participación de la Universidad Nacional de Colombia. E-mail: presid.y.partic@gmail.com

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