martes, 8 de marzo de 2016

ESTE 8 DE MARZO,
HOMENAJE A COMPAÑERAS, AMIGAS, AMANTES DEL AMOR Y LA REVOLUCIÓN DE LA VIDA EN COMÚN.



Para celebrar este día, permítanme escoger apartes de una carta, escrita por un ausente, Antonio Gramsci, a su amada Yulca, quien entonce se hallaba en Moscú.

Julia, Yulca o Giulia Schucht fue su esposa, y la conoció en septiembre de 1922, en el sanatorio de Sieriebriani Bor, cerca de Moscú, donde él tuvo que ingresar para recuperar su salud.

La carta es escrita en Roma tiene fecha 11 de agosto de 1924, y dice así, en uno de sus apartes:

"Esta semana no he recibido carta tuya. Me armaré de paciencia y esperaré otros ocho días. Mientras tanto dejo correr mi fantasía, trato de reconstruir tu vida con la imaginación. Tal vez también tú estés esperando, como yo, pero en tu esperar hay una ansiedad más grande y profunda que mi ansiedad. ¿Verdad que estás sintiendo siempre cuánto te quiero? ¿sientes cómo mis brazos están constantemente junto a ti para ayudarte y para abrazarte?

Queridísima liubimaia, charosciaia, rodnaia (amada, buena, querida), tienes que sentirme siempre cerca, muy cerca de tí, en la adversidad y en la alegría. ¡Cómo cambiamos a cada día que pasa! Nos hacemos distintos, nuevas relaciones se forman entre nosotros.

Cuando volvamos a vernos necesitaremos escrutarnos al menos durante cinco minutos para reconocernos más profundamente, pero a continuación sacaré la lengua para hacerte rabiar. Y luego nos querremos mucho, más que en el pasado, y después, cada día que pase, más. Aunque no sé si será posible que yo te quiera más que ahora porque hoy te quiero mucho, querida. "

(Tomado de Cartas a Yulca, pp: 86,87. Prólogo y traducción de Francisco Fernández Buey. Editorial Crítica. Barcelona, 1989).

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