REFORMA
TRIBUTARIA A LA DERIVA POR EXPERTOS
David
Jiménez[1]
Los datos son
preocupantes: el uno por ciento de la población más rica del país concentra el
20 por ciento del ingreso. Y ese mismo uno por ciento concentra cerca del 40
por ciento de la riqueza total
Juan Manuel Santos, 16
de Diciembre de 2014
La Ley 1739 de 2014 y el
Decreto 327 de 2015 crearon la comisión de expertos para la equidad y
competitividad tributaria. El fin era adelantar propuestas para una reforma
estructural al sistema tributario colombiano.
Desde diciembre pasado se
filtró el documento final en un país con historia de chuzadas, por lo que no es
tan raro. Desde entonces ha provocado grandes críticas en materia a incremento
del impuesto IVA, principalmente, en contravía de este club de intelectuales; y
entre los que se cuentan “figuras” de pasada trayectoria izquierdista.
El
club de intelectuales
En este caso, el club de
intelectuales propone “eliminar el impuesto a la riqueza sobre las personas
jurídicas y naturales”. Esta es una bochornosa sugerencia que no va con la
realidad socio-económica colombiana, caracterizada por insultantes índices de
concentración de la tierra, el ingreso y la riqueza.
La cosa es peor aún, al
enterarnos por el “correo de los brujos” de la recomendación para un escenario
de post-acuerdo con las Farc-ep y para financiar sus costos. Suprimirle el tributo
debido a los más ricos, los mayores beneficiarios de la economía de mercado, no
es una buena señal cuando se dice que se va a “construir la paz”.
A pesar que el presidente Juan
Manuel Santos estuvo en el lanzamiento del libro “El Capital en el siglo XXI”
del economista francés Thomas Piketty en el 2014, y que criticó de dientes para
afuera la concentración de la riqueza en
su discurso; y hasta ordenó un estudio del mismo al delfín Simón Gaviria. Este
jovenazo y su equipo de funcionarios privilegiados, procedentes de la U de los
Andes, y otras universidades privadas de elite, aún no muestran datos sólidos
sobre un problema estructural del capitalismo: la concentración de la riqueza.
Al mismo tiempo, hace unas
semanas en la Universidad Externado de Colombia con ocasión de una conferencia
del famoso economista francés, éste señaló que el “Impuesto al patrimonio debe
mantenerse”[2]. Al
parecer, lo dicho no despierta el
entusiasmo del club de intelectuales al servicio del gran oligopolio
capitalista nacional, y sus asociados. Nos referimos, y cómo no, al egresado de
la Universidad Nacional, famoso contratista de obras civiles y “genio”
financiero; al sindicato antioqueño, a los Santodomingo, a Ardilla Lulle y sus
coequiperos españoles, a los chicos de los ingenios azucareros y la palma aceitera,
entre otros; deberían pagar mayores impuestos.
La auto denominada “comisión
de expertos para la equidad y competitividad tributaria” en su flamante y
vergonzante informe final, ni siquiera trae la referencia bibliográfica del libro de
Piketty, porque demuestra ser un economista contra-corriente a las versiones
ortodoxas en economía del libre mercado y la libre competencia. Para los chicos
practicantes de la ortodoxia neoliberal, su pensar, la mano invisible de Adam
Smith sigue administrando justicia; pero la verdad es otra, y ellos no la
quieren ver, esto es, la desigualdad y la concentración del capital ocasionando
exclusión y pobreza a nivel mundial.
Mermelada
capitalista
Para el gran capital, muchas sugerencias de la
comisión de expertos, son aceptadas, mientras tanto si el Gobierno de la Unidad
Nacional busca construir paz, debe iniciarla con una verdadera reforma
tributaria donde se eliminen exenciones fiscales que ascienden a 6,7 billones
anuales según el Marco Fiscal de Mediano Plazo de 2015. Este
es un valor mayor por el que vendieron a ISAGEN
Pero en nuestro país se
acalla, no existe un debate amplio sobre los beneficios tributarios y su
impacto fiscal en los recursos de la nación, departamentos, distritos y
municipios. Nunca se ha analizado a quién va dirigida cada exención o descuento
tributario para lograr comprender la materialización del principio
constitucional de la igualdad (art. 13 de la CP).
Mucho menos se examina la
implementación real de los principios tributarios de equidad, eficiencia y
progresividad (art. 363 de la CP). En este caso, la respuesta sigue a la espera
de la fementida prosperidad para todos, que camina de la mano con la pasada
seguridad “democrática”. Para esta dosis de cinismo capitalista es urgente una
dosis de democratización que vincule a la ciudadanía más allá de personas que
tengan título de doctorado en economía, para lo que se requiere la presencia de
las multitudes en la calle, y la asesoría de una intelectualidad orgánica al
quehacer y reclamo de igualdad de los grupos y clases sociales.
[1]
Politólogo, estudiante de maestría en estudios políticos, participante externo
del GPYP/UNAL. E-mail: presid.y.partic@gmail.com
[2]
El Tiempo (2016, Enero 29). Impuesto al patrimonio debe mantenerse: Piketty.
Recuperado http://www.eltiempo.com/economia/sectores/impuesto-al-patrimonio-debe-mantenerse-piketty/16494795
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