LIBERTAD DE PREFERENCIAS SEXUALES.

EL OTRO ES PRESENCIA.

Hoy en el mundo que compartimos, sufrimos y combatimos celebra el día universal contra la homofobia, la transfobia y la disfobia, según lo afirma el afro-americano Barack Obama, quien en su primera presidencia levantó la bandera de la diferencia sexual con un caracter incluyente, abriéndole los escenario a la gente diferente en los lugares donde la homofobia se ha practicado hipocrítamente como una religión.

La Colombia de hoy tiene aun ese tipo de prejuicios, y los trogloditas que blandiendo su maza quiere imponer el terror, el temor y el temblor en quienes piensan y actúan diferente, con consecuencia. Uno de ellos oficia de cruzado, y se pide un lugar en las páginas más celebradas de Dostoievski.

No es el tiempo de los inquisidores, ni de los moralistas de un cuarto de hora. Quinquiera disentir, ni más faltaba, lo puede hacer pero no lanzar baldados de azufre sobre la humanidad del otro.

Más allá de la consecuencia que Obama tuviera en su nación para darle paso a los que quieren o no salir del closet, sin ser heridos, zaheridos o eliminados, en el mundo, y en Colombia también, la lección está aprendida sin aspavientos, y el saber de Freud circula en su ayuda, junto a las reveladoras páginas de Judith Butler, y la heroica, terca, firme lucha de organizaciones como Colombia Diversa, y tantas otras.

y, sobre todo,la LUCHA que libran de los seres anónimos que aspiran a la alegría y a la felicidad en este mundo, y, para nada, quieren la consagración en los altares, la humillación en púlpitos, cuarteles o escuelas, o la violación impune de su intimidad.