MAÑANA LA HISTORIA SE ESCRIBE EN LIMA
miguel angel herrera zgaib
Proyecto fútbol, ideología y política
Después del baldado de agua fría recibido en el encuentro con la escuadra hermana de Paraguay, donde se experimentó una pérdida imposible, que nos recordó en vivo, un poema de César Vallejo, ahora la selección se traslada a la tierra de José Carlos Mariátegui.
No hay atenuantes
Cada colombiano amante del fútbol la pasada noche experimentó la sensación de una muerte simbólica súbita, mientras que el desorden nos mostraba que la selección colombiana era todo menos un equipo.
Era una desordenada agrupación de figuras internacionales que no tienen más elemento conector que el "ángel" de un partido de barriada, en Pescadito, o en una playa de Tumaco. Pero el fútbol del siglo XXI permite tales lujos de vez en cuando. La más de las veces el contrario machaca al rival.
Pero, la pesadilla pasó,
Y don José hizo, parece, propósito de la enmienda, junto a sus muchachos, incluido David Ospina, nuestro veintiúnico portero. Lo cual, por supuesto, descubre otra debilidad imperdonable, David, en apariencia, no tiene reemplazo hasta el día de hoy.
En una tierra de arqueros, empezando por la leyendas del maestro Ochoa Uribe, jugando para Universitario, y, luego, el Caimán de Boedo, y, después, la genialidad de René Higuita conmoviendo a Wembley en sus cimientos, y una notable lista de figuras cuidando los tres palos.
A conquistar Ayacucho
En la noche de mañana, unos y otros estarán, en países hermanos, ahora arrejuntados por el neoliberalismo en lo económico, que empobrece sin piedad a los muchos, gritando y suspirando ante cualquier jugada de gol.
En la cancha estarán cara a cara, el tigre Falcao y Paolo Guerrero, a la espera que sus respectivos armadores les fabriquen la jugada, que sacuda los piolines y pongan cifras definitivas al marcador, que los ponga rumbo a la tierra que este año celebra los 100 años de la primera revolución proletaria triunfante.
Todos esperamos aquí, el renacer de James Rodríguez, y que se una con la vuelta de Falcao, y la asistencia genial de Cuadrado, que se acuerde de lo que hace en la Juventus.
Bueno, mañana, martes será otro día, y cada equipo, alineado, luego de cantar sus himnos respectivos, a correr la suerte de un juego estratégico, que no tiene combinaciones invencibles. Siempre está hecho de garra, guapeza, pundonor, y, por supuesto, goles; y porteros que atajen lo que nadie se imagina. Esta vez, David, no podrá ser nuestro portero de noche. Mehr Licht!
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