sábado, 28 de diciembre de 2019

"Si tienes fe, estás seguro".

A propósito de una crónica del NYT de Donald G. MacNeill Jr.

Miguel Angel Herrera Zgaib, Ph.D.


                                                                Con esta "sentencia" optimista, fundada en el sentido común de millones de indios peregrinos, no se pueden enfrentar las bacterias que pueblan los intestinos de los mortales alrededor del mundo, y, en particular, a lo largo del río Ganges, el río sagrado de la India, que se origina en un glaciar, y cuyas aguas aparecen grises entonces, por el color de la tierra que desprende el deslave continuo de su cauce.

En esta crónica del reportero MacNeill Jr., del NYT, quedan claros los hallazgos hechos por los estudiantes del doctorado a cargo del Ahammad, sus estudiantes Prasad y Shukla, quienes han probado que se encuentran bacterias en el cauce del río en sus primeros 160 kms, de un total de 2500 hasta que desemboca en la bahía de Bengala, partiendo del lugar sagrado de Gangotri. 

Allí empiezan su recorrido triunfal las bacterias, que existen en el planeta, se calcula hace 3800 millones de años. Conviene recordar que este planeta tierra tiene alrededor de 4500 millones de existencia. Estos patógenos, según el autor del artículo de alerta, al principio se devoraban entre sí, luego del moho, los hongos, después las plantas y los animales, incluyéndonos a nosotros. Hoy por hoy se calcula que en nuestros intestinos, al menos habitan 150  diferentes tipos de bacterias, que se alimentan de la flora mala. De ahí, a través de nuestras heces y orina van a parar a las fuentes de agua, como en el caso del río Ganges, Ma Ganga.

La penicilina, que las combatía se descubrió, pues existía de modo natural en el moho. Pero las bacterias, sus genes se han vuelto inmune a su ataque como a la tetraciclina, las cefalosporinas, las fluorquinolonas, y otras más. Según uno de los estudiosos, Shukla, las bacterias desarrollan un sistema de emergencia que reacomoda los genes y adquiere nuevos para mantener sus colonias en el intestino, y movilizarse en las autopistas acuosas.

El Ganges está infestado de bacterias, y de él se sirven de agua potable algo más de 400 millones de personas, en el país más poblado de la tierra. Los peregrinos que le rinden culto ancestral a sus aguas, se sumergen en ellas, las beben, y depositan a sus muertos, está contaminado desde la población de Gangotri en adelante. Igual pasa en las que siguen río abajo Uttarkashi, la célebre Rishikesh, donde estuvieron los Beatles en 1968, en meditación con el Maharishi Yogi. Allí seguramente enriquecieron su flora intestinal con nuevos habitantes, e intercambiaron los propios, que recorren las aguas del río sagrado.

Se calcula que hay por los menos 1000 especies de patógenos, bacterias, habitando este planeta, después de 3800 millones de años de haberse reproducido en los intestinos de nuestra especie-género, gattungswessen, según lo recordaba Marx en sus Manuscritos económico-filosóficos, que fueron un hit de lectura en la izquierda marxista de los años 30, en paralelo con el deshielo sangriento del orden soviético, incubado por Stalin y sus secuaces.

¿Qué hacer con la India, su río Ganges, y con los ríos Magdalena, Cauca y Bogotá, para no ir más lejos?

Se requiere un radical tratamiento de aguas residuales. Es lo que hicieron los Estados Unidos, a partir de los años 30 del siglo pasado. De ese modo se mata a las bacterias resistentes que se reproducen en la flora intestinal mala de los humanos, y de allí van a parar a las aguas corrientes del mundo. Sin embargo, y es una mala noticia, su ADN no se muere, sino que flota libremente. Y dice el investigador indio, Shukla, no tenemos todavía la tecnología para eliminarlo. 

Por lo que la investigación de punta en esta materia encara tal desafío, y el trío de científicos indios que visitan de manera regular las aguas de Ma Ganga, están dedicados a esa investigación. Pero, al mismo tiempo saben, los "poderes negativos de la fé", tanto o más resistentes por lo que se ve, que el ADN de las bacterias, que hacen que los peregrinos ligados con los ritos y mitos del hinduísmo disfruten del agua que circula por Varanasi, cuando saben que antes invaden el río torrentes de aguas negras. 

Qué no decir de los parroquianos que habitan los 600 municipios que están ubicados en las orillas del río grande de la Magdalena, cuya descripción inicial hiciera el célebre geógrafo alemán Von Humboldt, en los comienzos del siglo XIX.

No hay comentarios: