jueves, 27 de enero de 2011

AURELIANO BUENDÍA,

CORONEL REVOLUCIONARIO DE LA SUBALTERNIDAD

A Santiago Castro Agudelo

Juan Carlos García

Grupo de investigación Presidencialismo y Participación,

Universidad Nacional de Colombia, Colciencias.

jcgarcialo@unal.edu.co

“Durante el presente siglo, la Mamá Grande había sido el centro de gravedad de Macondo, con sus hermanos, sus padres y los padres de sus padres lo fueron en el pasado, en una hegemonía que colmaba dos siglos. La aldea se fundó alrededor de su apellido. Nadie conocía el origen, ni los límites, ni el valor real del patrimonio, pero todo el mundo se había acostumbrado a creer que la Mamá Grande era dueña de las aguas corrientes y estancadas, llovidas y por llover, y de los caminos vecinales, los postes del telégrafo, los años bisiestos y el calor, y que tenía además un derecho heredado sobre vidas y haciendas”, GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ, Los Funerales de la Mamá Grande, en “Cuentos 1947-1992”, Bogotá, Grupo Editorial Norma, 2008, pp. 254.

En Los Funerales de la Mamá Grande (1962), Gabriel García Márquez reconstruye la historia de Colombia desde la perspectiva antagónica del poder oligárquico de la gran hacienda. La Mamá Grande, cuyo nombre de pila era María del Rosario Castañeda y Montero, coronada a los 22 años con la dignidad que le conocerá la posteridad, fue una gran hacendada de la costa norte de Colombia que vivió hasta los 92 años, muriendo virgen, gorda y multimillonaria. La Mamá Grande gobernó su hacienda de forma absoluta, cual monarca. Pero no cualquier hacienda, sino una “hacienda desmedida”.

Su poder estaba mediado, se entiende, por la extensión de la propiedad privada sobre la tierra en el Caribe colombiano. Ella era “la matrona más rica y poderosa del mundo” y había ejercido el poder durante “una hegemonía que colmaba dos siglos”; sus funerales fueron los más espléndidos de que se tenga historia pues ella misma era una leyenda viviente y el poder terrenal del Estado.

Sugiere el relato mágico de García Márquez que la Mamá Grande era la representación del poder tradicional del régimen oligárquico en Colombia, pero ni la palabra oligarquía ni democracia aparece en el relato, pues a lo que alude el cuento es a una tradición colonial premoderna, en la que paradójicamente hay una República. En efecto, el poder político en este país no estaría en el Estado y sus representantes sino que el poder político sigue siendo de la institución social de la hacienda como organización oligárquico, en tanto el poder político tiene raíces en lo más profundo del orden de privilegios heredado de la colonia; orden conservado en los últimos dos siglos con el fraude o las armas. O con ambos.

Sigamos las pistas del relato para leer la historia que nos da la pluma de García Márquez en este que, a no dudarlo, es su mejor cuento.

La abuela de la matrona en cuestión se enfrentó en la guerra de 1875 a “una patrulla del coronel Aureliano Buendía”. La Mamá Grande cuando reinó a sus anchas también entró en lucha contra la subversión, “una horda de masones federalistas” que le disputaron el poder territorial de mandar en su reino. Como vemos a esta altura, la Mamá Grande es la institución social que conserva, reproduce y ejerce el poder en Colombia contra aquellos que se le rebelan; poder que está en el monopolio de la propiedad territorial del latifundio.

Si analizamos el detalle de que el coronel Aureliano Buendía era un insurgente que como subalterno luchó con las armas contra la institución de la “hacienda desmedida”, dirigiendo él mismo sus “legiones”, tenemos el reconocimiento de que hay un antagonismo social originario de muchos otros antagonismos posteriores, como la de los “masones federalistas” a los que alude el relato. El primer insurgente de Colombia sería el coronel Aureliano Buendía en tanto dirigió “legiones” de insurrectos contra el régimen conservador.

El cuento presenta una calidad literaria e histórica única en García Márquez. Por ejemplo, señalar (caso único en todos los cuentos y novelas del autor) que existió la guerra de 1875, porque en efecto existió para ese año en Colombia una de las tantas guerras civiles entre liberales y conservadores, fanáticos todos, unos del radicalismo, otros del catolicismo. La Mamá Grande, y toda su tradición familiar a cuestas, era conservadora, católica, apostólica y romana. Y por supuesto estaba como institución bicentenaria alinderada con el partido conservador como partido cristiano.

Para la matrona sus propiedades eran la “fuente suprema y única de su grandeza y autoridad”. Lo sabíamos. Una grandeza y una autoridad con raíces propias del régimen esclavista, señorial y colonial: “el patrimonio físico se extendía a tres encomiendas adjudicadas por cédula real durante la colonia”. Abarcaba “cinco municipios” donde vivían arrendadas 352 familias en unas 100.000 hectáreas. ¿Cómo ejercía el poder social la matrona? Cobrando el arriendo pues “la tierra pertenecía a la Mamá Grande”. Esa era la forma y el medio para que el Estado no le quitara su extensísima propiedad.

Leámoslo en detalle: “Todos los años en vísperas de su onomástico, la Mamá Grande ejercía el único acto de dominio que había impedido el regreso de las tierras al Estado: el cobro de los arrendamientos. Sentada en el corredor interior de la casa, ella recibía personalmente el pago del derecho de habitar en sus tierras, como durante más de un siglo lo recibieron sus antepasados de los antepasados de los arrendatarios”.

Pero el que señalamos era el patrimonio físico, territorial, incluyendo tres morrocotas de oro, porque lo más importante como gran hacendada que era, consistía en el “patrimonio invisible”, ideológico, moral y cultural, que le permitía seguir gobernando sin ser vista ni oída, cuando ella era en efecto el poder real de Colombia y cuyas decisiones se proyectaban a los partidos políticos, la soberanía nacional, la corte suprema de justicia, la riqueza del subsuelo, la aguas territoriales, las elecciones libres, las clases desfavorecidas, las tradiciones republicanas, los colores de la bandera, la moral cristiana y hasta el peligro comunista… Todas estas instituciones e imaginarios sociales eran su “patrimonio invisible”, la “justificación moral del poderío de la familia”. Una verdadera matrona, única, absoluta.

La “hacienda desmedida” era con la Mamá Grande una institución, por supuesto hegemónica, por algo llevaba “dos siglos” ejerciendo el poder, hasta su muerte cuando luego de una agonía purificada emitió “un sonoro eructo y expiró”.

Si hemos seguido los detalles, tenemos que reconocer el acento político en este cuento de García Márquez, pensado, escrito y redactado con posterioridad a la Revolución Cubana de 1959 y durante los años violentos del Frente Nacional Bipartidista en Colombia, toda vez que el cuento fue redactado en 1962, en Ciudad de México. Por ese contexto histórico de cambios sociales, de imaginario sociales subalternos, es que el cuento se vuelve cada vez más político, pues reconoce el antagonismo social que transitó cada vez más a lo político-militar: “Durante muchos años la Mamá Grande había garantizado la paz social y la concordia política de su imperio, en virtud de los tres baúles de cédulas electorales falsas que formaban parte de su patrimonio secreto”. No basta pues el poder ideológico, moral y moralizante de la santa patrona moribunda para conservar su poder, se requería siempre de la ilegalidad, cuando no de la coacción.

Es decir que ese poder socio-histórico, con un doble patrimonio económico y moral, físico e invisible, es el verdadero poder político en Colombia. La Mamá Grande era ese poder. “Ella era la prioridad del poder tradicional sobre la autoridad transitoria, la trascendencia de la sabiduría decisiva sobre la improvisación moral.

En tiempos pacíficos, su voluntad hegemónica acordaba y desacordaba canonjías, prebendas y sinecuras, y velaba por el bienestar de los asociados así tuviera para lograrlo que recurrir a la trapisonda o al fraude electoral, la Mamá Grande contribuyó en secreto para armar a sus partidarios, y socorrió en público a sus víctimas. Aquel celo patriótico la acreditaba para los más altos honores”. La Mamá Grande era una suerte de Estado, o mejor aún, era el verdadero Estado. Y como Estado ejercía su hegemonía con las armas o sin ellas, con los votos o sin ellos. Lo importante siempre fue seguir ejerciendo el poder social de “la hacienda desmedida”.

¿Qué tenemos en estas afirmaciones para nada originarias del realismo mágico y sí propias de la más profunda verdad histórica nacional de las luchas agrarias? El tránsito del poder social de la “hacienda desmedida”, al poder político y de este al poder militar. La gran hacienda se convierte en un “imperio” que defiende con las armas al presidente de la República como “autoridad transitoria”. Adviértase que la Mamá Grande es más importante que el Estado en su conjunto, por eso la afirmación de que es un “imperio” pues defiende al orden, con el fraude o con las armas, o con ambas.

Por la magnificencia de su poder social, político y militar como institución bicentenaria, a los funerales fabulosos de la Mamá Grande, asiste el mundo político, militar, económico y religioso de entonces. Todo el régimen oligárquico se hace presente para agradecerle el que ellos sean lo que ella quiso que fueran. Asistieron el presidente y sus ministros, la corte suprema de justicia, los altos mandos militares, los representantes del parlamento, el consejo de Estado, los partidos tradicionales, el clero, los representantes de la banca, el comercio y la industria.

Él llegó, incluso a despedir a la Mamá Grande, el Papa, directamente desde Roma: “El propio Sumo Pontífice, a quien ella imaginó en sus delirios suspendido en una carroza resplandeciente sobre los jardines del Vaticano, se sobrepuso al calor con un abanico de palma trenzada y honró con su dignidad suprema los funerales más grandes del mundo”.

García Márquez también se permite momentos de jocosidad para reconocer al pueblo llano en la despedida de la matrona: “Allí estaban, en espera del momento supremo, las lavanderas del San Jorge, los pescadores de perla del Cabo de la Vela, los atarrayaderos de Ciénaga, los camaroneros de Tasajera, los brujos de la Mojana, los salineros de Manaure, los acordeoneros de Valledupar, los chalanes de Ayapel, los papayeros de San Pelayo, los mamadores de gallo de La Cueva, los improvisadores de las sabanas de Bolívar, los camajanes de Rebolo, los bogas del Magdalena, los tinterillos de Mompox…”.

Como también habían otras delegaciones populares: “Por primera vez desprovistas del esplendor terrenal, allí pasaron, precedidas de la reina universal, la reina del mango de hilacha, la reina de la auyama verde, la reina del guineo manzano, la reina de la yuca harinosa, la reina de la guayaba perulera, la reina del coco de agua, la reina del frijol de cabecita negra, la reina de 426 kilómetros de sartales de huevos de iguana, y todas las que se omiten por no hacer interminables estas crónicas”.

Al cumplirse la ceremonia de despedida física de “la matrona más rica y poderosa del mundo”, “las muchedumbres”, la multitud, la pobrería, “el populacho” respiró aliviado porque ya no iban a contar con el “imperio” de la Mamá Grande y su ejemplo vital y moral: “Lo único que nadie pasó inadvertido en el fragor de aquel entierro, fue el estruendoso suspiro de descanso que exhalaron las muchedumbres cuando se cumplieron los catorce días de plegarias, exaltaciones y ditirambos, y la tumba fue sellada con una plataforma de plomo”. Al morir la Mamá Grande se acababa “la hacienda desmedida” y con ella “una hegemonía que colmaba dos siglos”.

¿Y cómo se acababa la gran hacienda? Con la muerte, el anonimato y la anomia social: “Nadie vio la vigilante sombra de gallinazos que siguieron al cortejo por las ardientes callecitas de Macondo, ni reparó que al paso de los ilustres éstas se iban cubriendo de un pestilente rastro de desperdicios. Nadie advirtió que los sobrinos, ahijados, sirvientes y protegidos de la Mamá Grande cerraron las puertas tan pronto como sacaron el cadáver, y desmontaron las puertas, desenclavaron las tablas y desenterraron los cimientos para repartirse la casa”.

Pero hay más: sin la Mamá Grande los individuos se saben libres y hacen lo que ellos quieren hacer en su autónomo saber y entender: “Ahora podía el Sumo Pontífice subir al cielo en cuerpo y alma, cumplida su misión en la tierra, y podía el presidente de la República sentarse a gobernar según su buen criterio, y podían las reinas de todo lo habido y por haber casarse y ser felices y engendrar y parir muchos hijos, y podían las muchedumbres colgar sus toldos según su leal modo de saber y entender en los desmesurados dominios de la Mamá Grande, porque la única que podía oponerse a ello y tenía suficiente poder para hacerlo había empezado a pudrirse bajo una plataforma de plomo”.

Lo que está haciendo García Márquez en Los Funerales de la Mamá Grande es revelando los hilos del poder político en la institución social de la gran hacienda y sus “desmesurados dominios”. Por ello, lo que registramos es una exhortación a dejar atrás tamaña tradición colonial, injusta y premoderna. Este cuento despierta la conciencia histórica sobre lo que por entonces, 1962, pasaba en Colombia y América Latina, cuando se asiste al debate abierto por la insurgencia cubana en cabeza de su binomio histórico, Fidel Castro y Ernesto Guevara, sobre la forma y el medio necesario para lograr los profundos cambios políticos, la reforma agraria o la revolución. No es casual que ese sea el año de la Alianza para el Progreso del presidente de los EE.UU., J.F. Kennedy.

Y en ese contexto histórico de emancipación social de los subalternos latinoamericanos, García Márquez presentará al coronel Aureliano Buendía como la figura político-militar del primer revolucionario de la subalternidad en Colombia y América Latina, un bolivariano.

Aquel que luchará con las armas en tanto intelectual orgánico de los pobres y desheredados formando ejércitos nacionales, armando miles de indígenas, campesinos y colonos, sus “legiones” de rebeldes, en la guerra contra la institución oligárquica de la hacienda y su régimen conservador que reproduce dos siglos de atrasos, privilegios, desigualdades y mentiras. Es lo que pasará en la novela política que es Cien Años de Soledad (1967).

Bibliografía

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ, Los Funerales de la Mamá Grande, en “Cuentos 1947-1992”, Bogotá, Grupo Editorial Norma, 2008, pp. 251-273.

domingo, 23 de enero de 2011


DIÁLOGO LITERATURA Y SUBALTERNIDAD

Una respuesta con pasión


Alfredo, gracias por los comentarios. Escribí esas 5 páginas emocionado de advertir un descubrimiento: en García Márquez se registra el antagonismo de la gran hacienda. Lo advierto ahora con la nueva lectura que le he hecho. Ese para mí es un descubrimiento. Lo otro es el personaje, Aureliano Buendía. De pronto, es posible, exageré las cosas. Pero fue la emoción.

Yo solo hago lo que me apasiona, y la pasión al escribir fue mucha, inconsciente. Aureliano Buendía me gusta mucho, su soledad, su desengaño. A su manera es un revolucionario que pacta el armisticio, como Bolívar con Pablo Murillo, pero que después se va a la guerra, como Bolívar, y luego sale desengañado de lo que ha hecho, como Bolívar...

Ahora meditando más las cosas veo que García Márquez le da a su personaje mucho de Simón Bolívar. Aureliano también se va a la guerra cuando su esposa muere, como Bolívar, por ejemplo. Y hay otros datos también que hacen que yo pueda haber dicho eso de que es la figura de la subalternidad en Colombia, pero en términos literarios. No en términos históricos porque reconozco que Domingo Biojó fue el primero, pero para mí el más representativo es Bolívar por ser intelectual orgánico.

Una cosa sería ser revolucionario, rebelde y otra dirigir a los muchos para crear un nuevo orden. En Colombia ha habido revolucionarios, pero no todos han tenido esa función de dirigir como intelectuales orgánicos a las masas, las multitudes. Así que asocié a Bolívar con Aureliano y veo muchas similitudes. Por eso el personaje me encanta.

Y, repito, pude haber exagerado. Bolívar, en realidad es quien se esconde en Aurealiano. Claro que decir esto es aumentar la polémica...pero mis pasiones son alegres, creo que eses es mi gran problema, tomo partido por lo que me gusta. Y Cayetano también me gusta!!! Haré lo posible por socializarlo y debatir con él.


Saludos,

sábado, 22 de enero de 2011

CONVERSACIONES SOBRE LITERATURA Y SUBALTERNIDAD

En el programa de investigación del Seminario internacional A. Gramsci mantenemos un espacio de indagación y estudios en diversos tópicos. En los dos últimos seminarios se ha explorado de manera inicial la relación entre dos campos el literario y lo subalterno en la experiencia andina, colombiana e internacional. A partir de lo hecho aquí hay una ilustración en el diálogo que sostienen Juan Carlos y el codirector de Puente Levadizo a propósito de la independencia de Colombia y de la obra literaria de Gabo, en particular, sus comparaciones con tres personajes , reales y de ficción: Simón Bolívar, el coronel Aureliano Buendía y Cayetano Palma. N de la R.

Una respuesta y un cuestionamiento

Correspondencia del codirector de Puente Levadizo Miami/Bogotá.

Juan Carlos:

Hay un nivel de subalternidad fascinante, que es la que se da con respecto al amor, pues el amor ya sea recibido o dado es un bien que define la suerte de un individuo. A más amor, mayor ventaja en la vida; a más desamor, mayor desventaja para sortear las penas. Quienes hemos perdido a los progenitores a muy temprana edad, yo a mi padre a los seis años, sabemos lo que significa crecer sin esos puntales. El desamor por causa de muerte es tan abrumador para un niño, es como crecer frente a un gran abismo.

La orfandad como niño y luego como varón pone al individuo en una relación de subalternidad frente a quienes gozan del privilegio de ser amados. En este aspecto, Bolívar cumple apenas con la mitad de esa subalternidad, pues se quedó huérfano de madre a temprana edad, pero le sobraron tías en la hacienda, se quedó viudo, pero le sobraron amantes en sus campañas y palacios (no hay que olvidar que estaba con Manuelita cuando a su compañero de armas Santander se le ocurre mandar a sus esbirros al palacio de gobierno en Santafe a asesinarlo); de hecho hay quienes jocosamente aseguran que Bolívar se consumió como las velas, por el pabilo, de tanto que se singó cuanta mujer se le dio la gana al muy sinverguenza.

En el caso del soldado y luego Cabo Cayetano Palma, se trata de un huérfano que no perdió a su madre por una enfermedad ni accidente, sino que ella lo regala, lo rechaza, es una orfandad más profunda, es el caso de miles de niños abandonados en nuestro país, lo gamines, que desde antes de nacer ya son huérfanos; o sea que nacen con el estigma de un desamor profundo; además en la pobraza absoluta, no en la holgura de la hacienda como Bolívar, o en el seno de la gran casa paterna donde todo abunda, como el Coronel Aureliano Buendía. Luego, Cayetano nunca tuvo novia, la única mujer de la que se enamoró perdidamente, Polonia, nunca lo quiso como hombre, pues se enamoró ella de Alejo Sabarraín, y cuando Cayetano regresa a buscarla después de más de una década de guerras espantosas, se entera que se la fusilaron. Cayetano nunca probó hembra alguna.


En su virginidad, Cayetano representa la imposibilidad absoluta del amor que su condición entraña, como si su sino lo marcara; en él se cumple el destino del Jorobado de Nuestra Señora de París, de esos seres que siendo buenos, una cierta condición contrahecha de cierta forma los castra, como a eunucos, pero sin los privilegios que el eunuco tuvo en la sociedad de los sultanes.

A mí no me falta asombro ni admiración ante la vida de un personaje real como Bolívar, o literario como Aureliano Buendía, pero pensé siempre que reescribir el mito de Aquiles en nuestras diferentes versiones tropicales era trabajo de otros y se había hecho muy bien, y que ya era tiempo de enfocar el asunto desde la verdadera subalternidad. Me parece que nuestra literatura ha sido tradicionalmente ciega al dolor extremo de nuestras clases populares, que apenas lo pasea por sus páginas como un fantasma.

Por ejemplo esos seres sufridos de las caucherías en la medio autobiográfica Vorágine, resultan tan etéreos frente a la figura central del héroe que viene a la selva desde la ciudad, lo cual le confiere cierto estatus. Por qué no hubo nunca en nuestra literatura un gamín protagónico, como si lo hubo en la literatura estadounidense a través de Mark Twain?

Creo que la respuesta es que seguimos viendo nuestra sociedad con los ojos del hacendado, los escritores y críticos continuamos viendo al hacendado como héroe y máximo representante de la condición humana; el dolor del hacendado caído en desgracia nos sigue pareciendo el mayor dolor posible, aunque tengamos en frente de nuestras narices un dolor millones de veces mayor en la figura del esclavo, de la sirvienta, del mendigo.

Ya basta de escribir con los ojos cerrados a esa gran tragedia nacional que es la pobreza absoluta en que se ha mantenido a nuestro pueblo, ya basta de ignorar esa injusticia enseñoreada durante siglos. Como escritores o como críticos, en algún momento tenemos que parar de aplaudir a García Márquez y darnos cuenta que en nuestra literatura existe un gran agujero negro en el no existe la verdadera subalternidad, de alguna forma tenemos que caer en cuenta de que en nuestra visión monaguillesca del mundo.

No hemos tenido un Víctor Hugo con sus Miserables, ni un José Hernández con su Martín Fierro, precisamente porque nos han formado con tapaojos como a caballos. Caigamos en cuenta de que no obstante haber tenido excelentes escritores, a pesar de Gabo, o de los Nadaistas, o de Jorge Zalamea en la poesía, las letras colombianas han guardado un silencio cruel y cómplice.



jueves, 20 de enero de 2011

PROYECTOS PARA EDUCACION DE GIRARDOT…TODA UNA SORPRESA.

Por: Lic. Ma. Cristina Orozco L. Presidenta ADEC Gdot.

Con sorpresa el gremio educativo de la ciudad, conoció el pasado miércoles 12 de enero de 2011, los proyectos de acuerdo municipal 002 y 003, mediante los cuales se pretende crear una nueva Institución Educativa en la ciudad para atender a la población estudiantil de la comuna dos y fusionar en la comuna cuatro a las Instituciones Educativas Manuel Elkin Patarroyo y Atanasio Girardot, con el pretexto de convertirlas en la CIUDADELA EDUCATIVA MANUEL ELKIN PATARROYO.

Sorpresa por varias razones

Primera, la Secretaria de Educación, Consuelo Rodríguez, asistió a la asamblea sindical con el magisterio el pasado 30 de noviembre de 2010 e informó de sus proyectos, pero nunca mencionó nada acerca de estos dos.

En segundo lugar, los Rectores como cabezas visibles de cada una de las dos Instituciones implicadas en la fusión, sorprendentemente no tenían ni idea de las intenciones de la administración municipal, no los llamaron para dialogar sobre el tema y no conocían el texto de los proyectos, según lo han planteado.

Es verdaderamente preocupante el que no se tenga en cuenta a las comunidades educativas para definir su futuro, máxime cuando no existe un Proyecto Educativo Municipal (PEM), tema que debería ser la preocupación mayor de la administración y su secretaria de educación.

Sin embargo hay más, nadie se opone a la construcción de una planta física que permita educar a los niños, niñas y jóvenes de la comuna dos, pues desde un comienzo se ha pedido inversión en este sentido y celebramos que estén ya los dineros y el terreno sobre el cual se hará realidad esta sentida necesidad.

Pero, ¿nueva Institución Educativa?

Girardot ha venido perdiendo estudiantes de manera acelerada, en los últimos años se han perdido casi tres mil estudiantes, no ha mejorado los resultados de las pruebas externas y, ¿se pretende crear una nueva Institución? De dónde saldrán su Rector, secretaria, pagador y psicólogo. Ah!, pues de los que terminen quedando por fuera de la fusión, mal llamada CIUDADELA EDUCATIVA (concepto que no parecen tener muy claro). Ahí no hay racionalización, como lo pretende el señor Alcalde, ahí hay reubicación, y desaparición de una Institución histórica para la ciudad, como es la del Colegio Departamental Atanasio Girardot.

Ahora bien, es clara la defensa de la I.E. Atanasio Girardot, así como las otras seis I.E. y que se les invierta en su planta física para hacerlas más agradables y mejor dotadas de elementos que cualifiquen la educación.

Así mismo, es necesario que se construya una sede nueva del Colegio Manuel Elkin Patarroyo en la comuna dos y que se elabore el PEM. El señor Alcalde en reunión mostró voluntad de conciliar en los temas y retiró el lunes 17 de enero el acuerdo 003, pero no se ha podido acordar nada frente al 002, pues la secretaria de Educación insiste en defenderlo sin argumentos que sean convincentes para nadie.

La reunión

Ha quedado pendiente una nueva reunión con la comisión de docentes para revisar el título del proyecto de Acuerdo 002 el próximo jueves 20 de enero junto con la secretaria de educación y la ponente del proyecto, concejal Marlen Orjuela.

De todas maneras, no podemos dejar de plantear nuestro rechazo a este tipo de iniciativas que no toman en cuenta las opiniones de las comunidades educativas antes de llevarse a otras instancias. Pretendiendo imponer caprichosamente proyectos sueltos que no hacen parte de un estudio serio de la educación de la ciudad y que deben partir del PEM, al cual le apostamos desde la organización sindical, con la participación de mesas de trabajo que permitan dejar trazada una política seria para la educación de la ciudad a futuro.

FORO SOBRE LA EDUCACIÓN PÚBLICA EN SURAMÉRICA Y EL MUNDO

Compartimos una breve nota del estudiante H. David Jiménez, de la carrera de Ciencia Política, Unal/Medellín, interesado en los tópicos de las políticas públicas y el análisis político comparado. El motivo es la ley de universidades en Venezuela que se ha promulgado en uso de las leyes habilitantes en cabeza del ejecutivo, y la cual ha sido suspendida en parte su aplicación, según se nos informó recientemente. El debate está abierto, y la cuestión social, la educación pública en particular, amerita ser revisada ahora con todo detalle y rigor a ambos lados de la frontera común. N de la R.


LA LEY DE UNIVERSIDADES EN VENEZUELA Y COLOMBIA

El articulo sobre la reforma a la educación superior en Venezuela me ha dejado pensar lo siguiente.

En primer lugar, la autonomía universitaria y la libertad de enseñanza en América Latina y otras latitudes parece una discusión de nunca acabar, las Universidades Públicas protestan y reivindican sus derechos contra las reformas neoliberales y la opresión, mientras que las Universidades Privadas guardan silencio frente a la des financiación de la educación superior, la pobreza, la miseria, la violación de los derechos humanos, el papel de las élites políticas y económicas en cada una de las sociedades latinoamericanas y en especial, la colombiana.

En segundo lugar, las Universidades Privadas en Venezuela protestan contra la reforma, pero han guardado silencio frente a temas sociales y políticos de la historia en aquel país, son críticos del Gobierno y parecen una Universidad Pública a la hora de protestar, pero si existiera un gobierno neoliberal y elitista estaría bajo el silencio si existiera opresión, crisis de la educación pública, entre otros.

La derecha y la izquierda, las Universidades Públicas no deberán estar bajo ningún gobierno, sino, en cambio, estar bajo la reflexión de la sociedad que lo rodea, porque las Universidades Privadas solo reflexionan desde los Gobiernos de Izquierda y se esconden cuando gobierna la derecha. La universidad privada ó pública debería reflexionar frente al régimen y sistema político, sea el gobernante-dominador ó explotador un neoliberal, populista, marxista, socialista.

Quisiera imaginarme en Colombia, ver a los profesores y estudiantes de las Universidades Privadas protestar contra alguna reforma del Gobierno.

domingo, 16 de enero de 2011

Hemos tomado de la serie noticiosa del colega rosarista, Oscar Delgado esta entrevista, que define en términos humanos el desastre invernal que vive el Brasil, y la otra cara del milagro brasileña. Esta cara oscura que no lograron limpiar ni Cardoso ni tampoco Lula. Le toca ahora a Dilma, comprometerse a fondo con esta tragedia en que se conjugan miseria y naturaleza. Ella es la segunda persona de la izquierda que utilizó el argumento de las armas para intentar cambios sustanciales, el primero fue Mujica en el vecino Uruguay. N de la R.


ENTREVISTA DE LA RED TELEVISIVA "O'GLOBO" EN BRASIL AL CAPO “MARCOLA”:

Marcos Camacho
, más conocido por el sobrenombre de "Marcola", es el máximo dirigente de una organización criminal de Sao Paulo (Brasil) denominada Primer Comando de la Capital (PCC).


Las respuestas de Marcola nos aproximan a lo que puede ser el futuro de la delincuencia común en América Latina.

O Globo
: ¿Usted es del PRIMER COMANDO DE LA CAPITAL (PCC)?

Marcola
: Más que eso, yo soy una señal de estos tiempos. Yo era pobre e invisible. Ustedes nunca me miraron durante décadas y antiguamente era fácil resolver el problema de la miseria. El diagnóstico era obvio: migración rural, desnivel de renta, pocas villas miseria, discretas periferias; la solución nunca aparecía…

¿Qué hicieron? Nada. ¿El Gobierno Federal alguna vez reservó algún presupuesto para nosotros? Nosotros sólo éramos noticia en los derrumbes de las villas en las montañas o en la música romántica sobre "la belleza de esas montañas al amanecer", esas cosas…
Ahora estamos ricos con la multinacional de la droga
. Y ustedes se están muriendo de miedo. Nosotros somos el inicio tardío de vuestra conciencia social.

O Globo
: Pero la solución sería…

Marcola
: ¿Solución? No hay solución, hermano. La propia idea de "solución" ya es un error.
¿Ya vio el tamaño de las 560 villas miseria de Río? ¿Ya anduvo en helicóptero por sobre la periferia de San Pablo? ¿Solución, cómo? Sólo la habría con muchos millones de dólares gastados organizadamente, con un gobernante de alto nivel, una inmensa voluntad política, crecimiento económico, revolución en la educación, urbanización general y todo tendría que ser bajo la batuta casi de una "tiranía esclarecida" que saltase por sobre la parálisis burocrática secular, que pasase por encima del Legislativo cómplice. Y del Judicial que impide puniciones.

Tendría que haber una reforma radical del proceso penal de país, tendría que haber comunicaciones e inteligencia entre policías municipales, provinciales y federales (nosotros hacemos hasta "conference calls" entre presidiarios…)
Y todo eso costaría billones de dólares e implicaría una mudanza psicosocial profunda en la estructura política del país. O sea: es imposible. No hay solución.

O Globo
: ¿Usted no tiene miedo de morir...?

Marcola
: Ustedes son los que tienen miedo de morir, yo no. Mejor dicho, aquí en la cárcel ustedes no pueden entrar y matarme, pero yo puedo mandar matarlos a ustedes allí afuera. Nosotros somos hombres-bombas. En las villas miseria hay cien mil hombres-bombas. Estamos en el centro de lo insoluble mismo. Ustedes en el bien y el mal y, en medio, la frontera de la muerte, la única frontera. Ya somos una nueva "especie", ya somos otros bichos, diferentes a ustedes.

La muerte para ustedes es un drama cristiano en una cama, por un ataque al corazón. La muerte para nosotros es la comida diaria, tirados en una fosa común.

¿Ustedes intelectuales no hablan de lucha de clases, de ser marginal, ser héroe? Entonces ¡llegamos nosotros! ¡Ja, ja, ja…! Yo leo mucho; leí 3.000 libros y leo a Dante, pero mis soldados son extrañas anomalías del desarrollo torcido de este país.
No hay más proletarios, o infelices, o explotados. Hay una tercera cosa creciendo allí afuera, cultivada en el barro, educándose en el más absoluto analfabetismo, diplomándose en las cárceles, como un monstruo Alien escondido en los rincones de la ciudad. Ya surgió un nuevo lenguaje. Es eso. Es otra lengua.
Está delante de una especie de post miseria.

La post miseria genera una nueva cultura asesina, ayudada por la tecnología, satélites, celulares, Internet, armas modernas. Es la mierda con chips, con megabytes.

O Globo
: ¿Qué cambió en las periferias?

Marcola
: Mangos. Nosotros ahora tenemos. ¿Usted cree que quien tiene 40 millones de dólares como Beira Mar no manda? Con 40 millones de dólares la prisión es un hotel, un escritorio… Cuál es la policía que va a quemar esa mina de oro, ¿entiende? Nosotros somos una empresa moderna, rica. Si el funcionario vacila, es despedido y "colocado en el microondas".

Ustedes son el estado quebrado, dominado por incompetentes.

Nosotros tenemos métodos ágiles de gestión. Ustedes son lentos, burocráticos. Nosotros luchamos en terreno propio. Ustedes, en tierra extraña. Nosotros no tememos a la muerte. Ustedes mueren de miedo. Nosotros estamos bien armados. Ustedes tienen calibre 38. Nosotros estamos en el ataque. Ustedes en la defensa. Ustedes tienen la manía del humanismo. Nosotros somos crueles, sin piedad. Ustedes nos transformaron en "super stars" del crimen.

Nosotros los tenemos de payasos. Nosotros somos ayudados por la población de las villas miseria, por miedo o por amor. Ustedes son odiados. Ustedes son regionales, provincianos. Nuestras armas y productos vienen de afuera, somos "globales". Nosotros no nos olvidamos de ustedes, son nuestros "clientes". Ustedes nos olvidan cuando pasa el susto de la violencia que provocamos.


O Globo

: ¿Pero, qué debemos hacer?

Marcola
: Les voy a dar una idea, aunque sea en contra de mí. ¡Agarren a "los barones del polvo" (cocaína)! Hay diputados, senadores, empresarios, hay ex presidentes en el medio de la cocaína y de las armas. ¿Pero, quién va a hacer eso? ¿El ejército? ¿Con qué plata?

No tienen dinero ni para comida de los reclutas. Estoy leyendo "Sobre la guerra", de Clausewitz. No hay perspectiva de éxito. Nosotros somos hormigas devoradoras, escondidas en los rincones. Tenemos hasta misiles anti-tanque. Si embroman, van a salir unos Stinger. Para acabar con nosotros… solamente con una bomba atómica en las villas miseria. ¿Ya pensó? ¿Ipanema radiactiva?

O Globo
: Pero… ¿No habrá una solución?

Marcola
: Ustedes sólo pueden llegar a algún suceso si desisten de defender la "normalidad". No hay más normalidad alguna. Ustedes precisan hacer una autocrítica de su propia incompetencia.

Pero a ser franco, en serio, en la moral. Estamos todos en el centro de lo insoluble. Sólo que nosotros vivimos de él y ustedes no tienen salida. Sólo la mierda. Y nosotros ya trabajamos dentro de ella. Entiéndame, hermano, no hay solución. ¿Saben por qué? Porque ustedes no entienden ni la extensión del problema. Como escribió el divino Dante: " Pierdan todas las esperanzas. Estamos todos en el infierno".


viernes, 14 de enero de 2011

Ahora, Alfredo, codirector de Puente Levadizo, una sitio en la web, nos comparte esta alerta, que nos afecta directamente, con la velocidad del rayo. N de la R.

AVIONES COSTOSOS
y "aviones" !!!

by Alfredo ARANGO

Miguel Angel:

Un saludo.

Esto puede ser interesante para tu análisis de la política mundial. Cada avión de estos con los cuales E.U. planea reemplazar su flota de más de dos mil aviones de combate cuesta 92 millones de dólares. El problema es que las finanzas de E.U. están muy mal y no pintan bien para el futuro. O sea, los economistas calculan que en el mejor de los casos E.U. podría recuperarse en ciertas áreas, pero nunca volver a su situación de predominio económico mundial.

Sin embargo, el sistema de defensa de ese país sigue basándose en ese enorme poder económico que una vez existió pero que ya no existe, apostando todo al costoso desarrollo de la más avanzada tecnología militar. La cosa ha llegado al punto de que el mismo Pentágono ha expresado mucha preocupación por el costo de este proyecto. Además China ha inventado un avión similar mucho más barato. India va por el mismo camino. Esto unido a la cantidad de frentes de batalla que E.U. sigue abriendo, ahora en Afganistán, lo cual va poniendo al gigante en desigualdad de condiciones.

Según mis cuentas, E.U. está llegando a ese punto donde la cuerda se rompe, ese mismo punto en el que el imperio romano no pudo sostener sus legiones y catapultas, las cuales sucumbieron frente a jinetes armados con flechas; o el imperio español que llegó al punto de no poder surtir su arrogante Armada Invencible, o el más arrogante aún imperio británico que no pudo contra los revolucionarios de Washington.

Me parece que el gobierno colombiano que hasta ahora ha basado su poder no en la creación de una sociedad verdaderamente justa para todos sino en la ayuda miliar norteamericana, podría en unos años verse afectado por este desbalance entre lo que E.U. cree que todavía puede hacer y lo que realmente puede hacer. Es como tener un hermano grandote que siempre ha defendido al chiquito que sale y mangonea a todos en el barrio; cualquier día el chiquitín abusador va al cuarto de su hermano a pedirle que salga a pelear por él, y lo encuentra en cama, no con gripe, sino con tuberculosis, ardido en fiebre y escupiendo sangre.

A eso van a llegar las cosas, camarada. Y entonces, qué sucederá? Quién reemplazará a ese chiquitín cuando se desplome? Qué discurso se maneja que aglutine en un futuro a la mayoría de los colombianos para reahacer su destino? Qué sistema podrá ofrecerle a todos los colombianos un mejoramiento económico sin merma de sus libertades? Yo creo que es hora de comenzar a pregonar la llegada de nuevos tiempos.

Aquí está la noticia de los tales aviones.

http://news.yahoo.com/s/afp/20110113/pl_afp/usmilitaryaerospacef35_20110113153609