El Almirante Roberto García Márquez (no es hermano ni familiar del Nobel de Literatura) está cumpliendo 36 años en la Armada y ahora es su Comandante. En una entrevista que le concedió a Edgar Artunduaga, hizo un balance de su gestión. Las cifras son contundentes y favorables. También habló sobre la incorporación de nuevo personal a esa institución, incluyendo el tema de la comunidad homosexual y LGTB:
-Por estos días hay convocatorias para ingresar a la Armada Nacional. ¿Cómo va el proceso?
La Armada Nacional semestralmente está haciendo incorporaciones en todas sus escuelas de formación, en la Escuela Naval, en la Escuela Naval de suboficiales de Barranquilla y en la Base de entrenamiento de infantería de marina en Coveñas. En esta instancia solo para personal masculino. No podemos ingresar cadetes femeninas porque hay una programación específica para los embarques. Si recibiéramos un contingente solamente de mujeres, colapsaríamos. Por eso lo hacemos –en el caso de ellas – solo una vez al año.
¿Cómo así que colapsarían?
Colapsaríamos en términos de embarque y entrenamiento.
¿Cómo es eso?
Por ejemplo a bordo de El Gloria, el rancho que hay destinado para mujeres es de solo 15 personas. Por consiguiente, no queremos que ingresen cadetes femeninas que no puedan tener la oportunidad de ir al Gloria. Por eso nos toca organizar muy bien el ingreso que no es semestral sino anual, para que todas tengan la oportunidad de embarcarse.
Cualquiera podría pensar que la Armada es muy machista, que restringe el ingreso de mujeres…
No. Para nada. La Armada tiene cerca de 700 mujeres entre oficiales y suboficiales. Hoy en día creo que son las que enriquecen una cantidad de virtudes que tiene la Armada Nacional.
¿Cuántas personas tiene la Armada Nacional?
Cerca de 33 mil hombres y mujeres, entre civiles, militares, infantes de marina, marinería, en todas las especialidades.
Gran desproporción… 33 mil hombres y 700 mujeres.
Es un proceso que realmente no comenzó desde el año 1935. Es la historia reciente de la Armada.
¿Cuál es la mujer de más alta graduación?
Es una Capitán de navío que está en la Dirección General Marítima. Es una abogada que ya está prácticamente en su último nivel de oficial superior.
¿Sigue siendo norma que restrinjan la vinculación de personas bajitas, obesas y tengan determinadas condiciones físicas? ¿Cómo manejan el tema de la comunidad LGTB?
En la Armada Nacional todavía no hemos tenido ese evento. Hay unas normas, en especial en el tema de salud y un poco la estatura para oficiales de línea. Es un requisito que es norma y lo cumplimos tal cual como está establecido.
Si aparece, por ejemplo un transgenerista o una persona que abiertamente diga que es homosexual, lesbiana, como ha pasado en el Ejército y la Policía, ¿qué sucedería?
Nosotros creemos que las instituciones militares tienen una conducta, una forma de ser, que en definitiva riñe con esa situación que hoy en día hay que aceptarla, pero que de alguna forma no es conveniente. Ahora, en orientaciones de esa naturaleza, que son propias de la persona, del individuo, la Armada en ese sentido para oficiales, para cadetes, siempre y cuando no afecte el servicio, no tendríamos ninguna objeción. No se verían bien un par de militares cogidos de la mano, besándose. Eso choca contra el sentido común y contra la ética, la moral y eso más o menos es lo que nosotros siempre buscamos que sea incólume en la institución.
El almirante afirma que si descubre a un homosexual en la armada intentaría expulsarlo por la vías legales.
Por lo que usted dice, se deduce que no quiere ver homosexuales en la Armada…
Evidentemente.
¿Y acaso las nuevas leyes no lo permiten?
Hay algo que mi General Navas nos enseñó hace un par de días y que es sabio, que dice que Séneca en una de sus máximas en Roma decía que el honor prohíbe lo que la ley permite. Creo que eso aplica perfectamente.
¿Es decir que si usted pilla a un par de homosexuales, trata de sacarlos?
Sí. Por las vías legales.
¿Pero hay vías legales distintas a las jurídicas y a su trabajo?
No.
¿Usted le coge ojeriza, para decirlo en términos sencillos?
No. Pero hay unas normas, unas doctrinas, hay unos reglamentos que nosotros tenemos que hacer cumplir y los cumplimos a través de la legalidad.
¿Hay una norma que diga “en la Armada no puede haber maricas”?
No. Esa norma no existe, pero hay una norma que dice que no puede haber ninguna manifestación de ningún tipo afectivo, en actos de servicio.
Lo cual quiere decir que no puede haber parejas, ¿pero sí homosexuales?
Indudablemente. Creo que los puede haber.
Pero tienen que disimularlo muy bien…
Sí. Exactamente. Si se nota, creo que no le corresponde a la institución entrar a aceptar una condición de estas.
¿Considera usted, señor Almirante, que si se nota amaneramiento no es de buena presentación para un miembro de la Armada?
Lo que sucede es que esas conductas, esas maneras, en un militar, creo que no corresponden. Si la persona en su individualidad lo maneja completamente con la privacidad, la reserva que eso implica en todas las personas humanas, no tiene por qué afectar el servicio militar.
¿Los homosexuales en la Armada Nacional no pueden salir del clóset?
Evidentemente no pueden salir del clóset.
Si salen… se les baja la cabeza.
Así es.
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