LOS
LÍMITES DE LA PAZ CON LAS FARC
David Jiménez[1]
El Gobierno Nacional
adelanta un proceso de negociación con las FARC. El supuesto de la
reincorporación a la vida civil de los combatientes y la participación en
política de sus miembros bajo el orden constitucional de 1991.
¿Los
limites internacionales?
Nuestro país ha celebrado y
ratificado tratados internacionales sobre derechos humanos y derecho
internacional humanitario; con lo cual las negociaciones con el grupo armado
ilegal ó terrorista FARC deben estar sincronizadas con esta normatividad
internacional de la cual ha sido un violador sistemático con sus acciones
armadas contra la población civil al incumplir en materia de derechos humanos
la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948), Declaración Americana de
los Derechos del Hombre (1948) , Convención sobre los Derechos del Niño (1990);
además, en materia de Derecho internacional humanitario nunca ha cumplido los
cuatro convenios de Ginebra que regulan los conflictos armados.
La
firma del tratado de Roma sobre la constitución de la Corte Penal
Internacional, tiene jurisdicción en Colombia para castigar los crímenes de
guerra, genocidio, de agresión y lesa humanidad, dónde las Farc con sus
masacres no salen bien libradas.
Finalmente, desde los ataques
a EE.UU el 11 de septiembre de 2001, Colombia se encuentra entre los Estados
que ha condenado y cumplido las resoluciones de la ONU para combatir y
perseguir el terrorismo.
Los
retos
Las negociaciones con las
FARC deben ser públicas de cara a la ciudadanía y a la opinión nacional e
internacional. El proceso no puede estar pensando en construir un país de “Alicia en el país de las maravillas” desconociendo
los tratados internacionales firmados y ratificados por Colombia en asuntos de
Derechos Humanos, Derecho Internacional Humanitario, Antiterrorismo, Corte
Penal Internacional y Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
Ahora no podemos conseguir
la paz con las Farc retirándonos de los tratados internacionales. Tal y como
acaba de suceder al desconocer el gobierno de Colombia la competencia de la
Corte Internacional de Justicia después de la pérdida de mar territorial con
Nicaragua, porque terminaríamos induciendo una muerte letal al principio de la confianza inversionista en el
mercado de capitales nacional y extranjero, sin lograr resolver el problema
principal de las fronteras nacionales con tal remedio.
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