¿UNA
NUEVA OPOSICIÓN POLÍTICA?
David Jiménez[1]
El presidente de la
República sancionó el pasado 1o. de julio de 2015 el Acto Legislativo 02,
conocido por todos como la reforma al equilibrio de poderes.
Al respecto, en materia de
la oposición política, la reforma asigna una curul para los candidatos que
ocupen el segundo lugar en elecciones para Presidente y Vicepresidente en
Senado y Cámara de Representantes, respectivamente. A su vez, para las regiones
los candidatos que ocupen el segundo lugar en elecciones a gobernaciones y
alcaldías tendrán una curul en la Asamblea Departamental y Concejo Municipal.
Sin embargo, tomando por
casos las elecciones presidenciales de 2006, 2010 y 2014; el candidato que
ocupó el segundo lugar, no obtendría suficientes curules en el Congreso de la
República para hacer una oposición crítica y responsable.
Mencionemos, a manera de ejemplo, si actualmente el Centro Democrático obtuviera una curul más en Senado y Cámara para Oscar Iván Zuluaga y Carlos Holmes Trujillo, ellos no tendrían ventajas numéricas efectivas en relación a los partidos que apoyan bajo la modalidad de coalición al Presidente Santos en el Congreso durante el presente año.
Mencionemos, a manera de ejemplo, si actualmente el Centro Democrático obtuviera una curul más en Senado y Cámara para Oscar Iván Zuluaga y Carlos Holmes Trujillo, ellos no tendrían ventajas numéricas efectivas en relación a los partidos que apoyan bajo la modalidad de coalición al Presidente Santos en el Congreso durante el presente año.
Para el anterior caso, la oposición ¾la de derecha o izquierda¾, necesita no solamente una
curul adicional en Senado, Cámara, Asambleas y Concejos, sino que requiere con
urgencia la expedición, en lugar de placebos, de un Estatuto de la Oposición que sea un verdadero contrapeso al
gobierno de turno sea nacional, departamental o local.
Lo que supone acceso efectivo a medios de comunicación; financiación suficiente de campañas con recursos públicos; y luego la participación en mesas directivas de las corporaciones públicas, la representación adecuada en las autoridades electorales, entre otras urgentes reformas.
Lo que supone acceso efectivo a medios de comunicación; financiación suficiente de campañas con recursos públicos; y luego la participación en mesas directivas de las corporaciones públicas, la representación adecuada en las autoridades electorales, entre otras urgentes reformas.
Por otra parte, la oposición
desde cualquier ideología, necesita un mínimo la seguridad y protección del
Estado, para que sus directivos y militantes no sean eliminados físicamente,
para no recordar y peor aún repetir los episodios de la historia política reciente
en Colombia. Este
es, por supuesto, uno de los puntos de mayor debate y preocupación en la mesa
negociadora de La Habana, documentadas como están más de 5.000 víctimas de la
Unión Patriótica a partir de su presencia pública electoral.
Es fundamental también
precaver la debilidad de los partidos políticos para hacer efectiva la
prohibición de la doble militancia y el cambio de partido para el congresista,
diputado o concejal en ejercicio. Igualmente, es necesario reformar la Ley 974
de 2005 con el objetivo de que las organizaciones políticas tengan mayor
disciplina y pueden quedarse con la cúrul cuando uno de sus militantes infringe
las reglas partidista con su doble
militancia.
En verdad, hasta ahora lo
que pueden hacer los partidos políticos es quitarle el derecho a votar, sin perder
la curul quién la sigue ocupando.
Finalmente, mientras no
exista la institucionalización y disciplina partidista a nivel nacional y
territorial de los partidos políticos y un estatuto de oposición que brinde
verdaderas garantías, está claro, que la curul adicional para los candidatos de
segundo lugar en las presidenciales, gobernaciones y alcaldías cambiará para
que todo siga igual.
Mucho aprenderían los
“reformadores” gatopardistas de la ley electoral mexicana, la que, sin embargo,
no logró suprimir hasta ahora a los partidos “paleros”, como acaba de ocurrir
con el PRI y su aliado “verde” de ocasión.
[1]
Politólogo, estudiante de maestría en estudios políticos de la Unal. Integrante
externo del grupo presidencialismo y participación. E-mail:
presid.y.partic@gmail.com
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