martes, 26 de enero de 2016

LA VERIFICACIÓN AL CESE AL FUEGO EN UN CONTEXTO DE POLARIDAD POLÍTICA

LA VERIFICACIÓN AL CESE AL FUEGO EN UN CONTEXTO DE POLARIDAD POLÍTICA

David Jiménez[1]

La semana anterior, se publicó en los medios nacionales, el papel de las Naciones Unidas y  de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños -CELAC- como verificadores y observadores al cese al fuego y proceso de desarme  entre el Gobierno Nacional y las Farc-EP.

A su vez, el Consejo de Seguridad de la ONU  aprobó la participación de esta organización internacional en el proceso de paz en Colombia; la financiación de dicha misión de observación deberá ser asumida por Naciones Unidas en un contexto de bajos ingresos fiscales del Gobierno Colombiano por los precios del petróleo solucionada con la venta de ISAGEN para financiar supuestamente la infraestructura.

Sin embargo, la verificación al cese al fuego, los negociadores y la misma guerrilla deben mirar la oposición que tienen en Colombia al proceso de paz el expresidente Álvaro Uribe Vélez y su partido Centro Democrático, la Asociación de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares -ACORE-, José Félix Lafaurie presidente de FEDEGAN, por señalar los más importantes.

En otra perspectiva, existen diversas encuestas de opinión pública sobre el proceso de paz, del cual evidencia que la ciudadanía no cree ni acepta lo que está sucediendo en La Habana, demostrándose la falta de apoyo popular al mandato por la paz de Juan Manuel Santos en su relección presidencial.

El plebiscito, para ser un juego electoral y de cálculo político entre votar por la paz o la guerra, está en riesgo; y está claro que lo que se necesita es legitimidad política y social en un proceso de paz que resuelve un conflicto de más de 60 años.

En este contexto, los observadores para la verificación no debe ser solamente la ONU o la CELAC, estos pueden darle garantía a las Farc-EP o al Gobierno, pero vale la pena la pregunta ¿quién le da garantía a los ciudadanos, partidos políticos, gremios económicos y organizaciones sociales?

La respuesta obvia, sería los observadores internacionales, pero por el grado de polarización política, el Gobierno en vez de tener tantos contratos de asesores financiados a cargo del Fondo de Programas especiales para la Paz y buscar que la ciudadanía crea en el proceso de paz, debería fomentar la verificación nacional donde participen los partidos políticos opositores y de la coalición del gobierno, los gremios económicos, las universidades públicas, centros de estudios y organizaciones sociales. Sería muy interesante, confrontar un informe de verificación de la ONU y otro del Centro Democrático y FEDEGAN o de las universidades públicas; estos deberían ser financiados por el Fondo de Programas especiales para la Paz con autonomía e independencia para ejercer actividades.

Los costos de este proceso son altos, pero para buscar legitimidad, se debe incorporar a la oposición política y a la ciudadanía para que sean verificadores, en un sistema político democrático liberal. Es fundamental para las instituciones políticas la voz de la oposición que le da legitimidad, estabilidad y gobernabilidad, si es que eso pretende el Gobierno de la Unidad Nacional.



[1] Politólogo, estudiante de maestría en estudios políticos, participante externo GPYP/UNAL. E-mail: presid.y.partic@gmail.com

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