viernes, 26 de agosto de 2016

AHORA, SOMOS NOSOTROS!
LA PAZ DEMOCRÁTICA DE LOS SUBALTERNOS, SIN EXCLUSIONES.


miguel angel herrera zgaib
Profesor asociado, exdirector Ciencia Política, Unijus, Universidad Nacional de Colombia.
Ex rector Universidad Libre de Colombia.

El odio que es vencido enteramente por el amor, en amor se trueca..Baruch Spinoza, Etica, proposición 44.

La persona singular ha de entender ante todo que la paz no podrá brotar del cansancio. También el miedo contribuye a la guerra y a la prolongación de la guerra...La persona singular se parece así a la luz, que, al encenderse, vence en su parte a la oscuridad. Ernst Jünger. La paz, 1941-1944, p. 54.

                                                      Desde el 24 de agosto, la ciudadanía fue notificada, y la nación también que concluyeron en La Habana las negociaciones de paz, y que han acordado todo, para que los Acuerdos vivan la suerte del Plebiscito.


Hemos sostenido desde hace casi un quinquenio, que queremos la paz democrática, pero se trata, con Spinoza de la acción que termina la guerra.


No hay una, sino tres manera de hacer realidad la paz, y las clasificamos en reaccionaria, cuyo portaestandarte es Álvaro Uribe, la neoliberal, con Juampa, y la subalterna, que no puede no ser, democrática que va más allá del plebiscito, que es el mínimo del ejercicio participativa establecido por la democracia liberal.


Dicho lo cual, se trata de votar positivamente el plebiscito, pero preparar desde ya las escuelas de autogestión de lo común que avanzarán hacia la paz democrática, lo que supone hacer realidad las tareas propias de la Constituyente Social.


Ello supone el impulso inclaudicable, fundamental, de una reforma intelectual y moral, poner en acto nuestra mayoría de edad intelectual y política, sin cortapisas.


Dicho de otra manera avanzar en la dirección de la autonomía integral, lo que requiere poner en acto, en la praxis, nuestra potencia constituyente, la de todos y cada uno. Es una inmensa fiesta de pluralidad, diversidad, alegría para reinventar a Colombia, sin tapujos.


Así corresponde, colocar en sus justos términos a los tiranos, los sacerdotes y los esclavos del antiguo orden, que no quieren hacerse a un lado.


Comprender esta acción estratégica requiere del pensamiento de ruptura , que revolucione en composición el sentido común de la multitud que resiste por todos los medios.


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