FÚTBOL Y POLÍTICA. UNA PERSPECTIVA SUBALTERNA
RAMOS Y BALE: VERDUGOS DEL LIVERPOOL.
MIGUEL ANGEL HERRERA ZGAIB
profesor asociado, ciencia política, unal.
Director grupo presidencialismo y participación, unijus/colciencias
Presidente de la IGS-Colombia.
Alguna vez, Gramsci escribió una nota sobre el fútbol, cuando era un prolijo y enjundioso periodista socialista. Pero, estando en la cárcel, y antes en la intensa lucha contra el fascismo que ascendía raudo, en medio de la división entre proletarios en Italia, ya Nino no escribió más sobre el particular.
Pero, es entre octubre de 1926, y sus últimas notas de 1935, cuando Gramsci elabora su compleja y célebre definición de la política como una acción humana hecha de fuerza y dirección, de violencia y consenso activo.
Pues, bien, hoy,vimos en las pantallas,cómo el verdugo Sergio Ramos eliminó a la estrella del Liverpool, Muhamed Salah, metiéndole un brazo en palanca, para lesionarle la unión entre el hombro y la clavícula, con tal habilidad quirúrgica, que al gran goleador no le quedó más que retirarse del juego llorando.
Este fue el momento de la fuerza, convirtiendo al estadio en un campo de batalla, del que luego tuvo que retirarse también, bañado en lágrimas, otro gladiador del Real Madrid, Carvajal. Y el juego siguió, hasta que
Un error fatal
Del portero Carius, regaló al sacar una pelota al despierto Benzema que decretó la primera caída de la valla del Liverpool, arrugando el corazón de su hinchada, silenciada en seco.
Después vino el empate de Mané, un extraordinario delantero que tuvo que llevar el peso, luego de la ausencia provocada de Salah. Ante el empate, Zidane ordenó la entrada del galés, Gareth Bale, el mayor goleador en esta temporada, que ha visto desdibujado al gatillo portugués, Cristiano Ronaldo, siempre bien puesto, como si preparara un desfile.
De pronto, a menos de 3 minutos, ocurre lo increíble, de "chalaca", de chilena, Bale mete el balón en el centro del arco de Carius, quien estaba fuera, para sorprenderlo mortalmente.
Pero, este ariete, con su pelo recogido en penacho como los guerreros del medioevo que habitaron las tierra de la indómita Gales, acabaría de hundir la reputación del adversario.
Un disparo a las manos de Carius, que en lugar de atenazar contra el pecho intentó detener de manera confiada, y el balón acabó en la red, con el rostro incrédulo, impávido del arquero, burlado por tercera vez.
Después, 10 minutos para preparar la celebración de Zidane, añadiendo una hazaña al equipo de los pesos pesados, de las grandes contrataciones, el Real, que hiciera famoso Alfredo Diestéfano.
Después de haberse paseado, el Tano, por la Colombia de Millonarios, a raíz de la huelga de futbolistas que llenó de estrellas nuestro fútbol, e iluminó nuestro modesto deporte de entonces. Vivíamos la bonanza del café, a la par con el dólar. Y los aficionados, en medio de la violencia, tuvieron el bálsamo ilusorio del ballet azul.
Bien, como Triguero, para las carreras, Zidane, reúne este sábado inolvidable, 26 de mayo, la triple corona. Aunque política y fútbol no sean lo mismo, porque este se juega con árbitro y guardalíneas, para prevenir el juego brutal y las sanciones.
Ambos están hechos de fuerza y hegemonía, de violencia y habilidad mental. En la suma, ganaron los merengues, y se fueron con otro título para sus pobladas vitrinas de gloria deportiva.
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