martes, 9 de mayo de 2017

EL CENTRO DEMOCRÁTICO: ¿Un partido con cerrojo?

EL CENTRO DEMOCRÁTICO: ¿Un partido con cerrojo?

David Jiménez[1]

“Este partido se llama Centro Democrático por unas circunstancias ahí más o menos fortuitas, pero políticamente es todo, menos de centro. Este partido es de derecha, entiendo yo. Por lo menos, yo me declaro, sin ninguna vergüenza, de derecha dentro de esta confrontación política moderna”
Fernando Londoño Hoyos, Convención del Centro Democrático, Mayo 6 de 2017

El partido Centro Democrático, estrenado en el escenario político y electoral en las elecciones legislativas y presidenciales de 2014, como la principal fuerza de oposición política al gobierno de Juan Manuel Santos, logró, por lo pronto, que un sector de la reacción colombiana, saliera del “closet”, en relación a temas puntuales como la seguridad, la familia y la religión, solo por mencionar algunos. 

            A pesar de no lograr amplias mayorías parlamentarias en Senado y Cámara que le permitieran bloquear el trámite legislativo de sus rivales, ni tampoco ganar las presidenciales todavía, es el partido principal de oposición, dejando al Polo Democrático Alternativo y a la Alianza Verde opacados, y mostrándolos como si fueran aliados de la política gubernamental.

Todo ello, sin desconocer, la llegada de nuevo a la burocracia nacional de personajes de izquierda como Clara López, quien se desempeñó como ministra del trabajo y la seguridad social; y sin olvidar que su alianza contribuyó a la refrendación e implementación del acuerdo de paz por el congreso.

Lista cerrada o con cerrojo “carismático”

La reforma política de 2003 y 2009, dejo a opción de los partidos y movimientos políticos colombianos la presentación de sus listas a cargos de elección popular tales como juntas administradoras locales, concejos, asambleas y congreso si abiertas o cerradas.

Desde entonces, el único éxito electoral presentado en listas cerradas, fue el Centro Democrático en 2014, lo que le ha permitido a su jefe el expresidente Uribe, mantener la disciplina de sus congresistas, al parecer es él, quién decide quien va o no al congreso, y si es cerrada en que ubicación.

            La recién creada misión electoral especial, también propone listas cerradas, pero no está nada definido, como serán los procesos de selección de candidatos al interior de los partidos políticos, si con bolígrafo o democracia interna mediante consultas populares abiertas o cerradas.

Así las cosas, en el Centro Democrático la selección de candidatos al congreso no será por consultas populares abiertas o internas, donde los militantes del partido escojan por democracia los candidatos. Estos estarán en manos de la dirección nacional y el expresidente Uribe, en pocas palabras, con el bolígrafo en mano, no ofrecerán dosis alguna de democracia.

¿Un partido de apertura?

Cualquier partido político como estrategia, recibe nuevos afiliados o militantes permanentemente, les permite crecer electoralmente. El Centro Democrático quiere ganar en 2018, ampliar su participación electoral en Senado y Cámara, que ascienda al 26% de la representación en ambas cámaras,  tendrían mayor poder de negociación e injerencia para el trámite de proyectos de acto legislativo y de leyes que requieran mayoría calificada o absoluta en comisiones y plenaria.

Quieren adeptos y simpatizantes para votar y salir con la victoria, pero algunos sectores radicales del partido no permiten la llegada de nuevos dirigentes políticos locales y regionales identificados con las tesis ideológicas del uribismo para aspirar por la colectividad en 2018.

Lo anterior obedece a que tienen diversos requisitos como haber apoyado y defendido el NO en el plebiscito de 2016 y no haber sido santista en el pasado, no vale ni acto de contricción  para un exsantista, donde la mayoría de estos fueron uribistas entre 2002 a 2010 y apoyaron a Santos en 2010 por el apoyo político del uribismo.

El partido Centro Democrático quiere crecer en votos y curules en el Congreso de la República con solo simpatizantes, pero sin dejar llegar a nuevos militantes para ocupar espacios en sus listas al congreso. Porque no se atreven a ser un partido político de derecha abierto y con democracia interna, donde los candidatos no se escojan con bolígrafo, y sin la injerencia de los que se consideran líderes pura sangre uribistas.

 Estos quieren los votos, pero no poner en riesgo su poder al interior del partido, mucho menos que sus ideas radicales sean tomadas y rebajadas por sectores más moderados que los hay también allí, aunque camuflados, y cómo no.

PD: Una perla en el ojal “democrático” a la Uribe!

En Antioquia, a pocos días del cierre de inscripciones para candidatos a la Gobernación de Antioquia, el Centro Democrático le negó el aval a Liliana Rendón tras someterse a las reglas de selección de candidato la cual ganó, pero que sin argumento alguno no se lo otorgaron, sino a otro candidato quien ocupó el segundo lugar en el proceso de selección. ¿Se entiende el proceso de selección de candidato como democracia interna o con bolígrafo?



[1] Politólogo, magister en estudios políticos. Participante externo del grupo Presidencialismo y Participación. E-mail: presid.y.partic@gmail.com

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