José Luis, un cultor de la poesía, el cine y las políticas públicas progresivas, nos envía esta nota tomada de Periscopio, para recordar a la bella Marina , que también nos invita a despertar, cuando Japón y el norte de Africa no duermen en "paz". N de la R.
viernes 25 de marzo de 2011
Poema del fin / Marina Tsvietáieva
Marina Tsvietáieva
Como la piedra afila el cuchillo,
Como se desliza el serrín al barrer,
Así, aterciopelada, la piel
Húmeda súbitamente en los dedos.
Oh dobles -coraje, sequedad-
De los hombres, ¿dónde estáis,
Si en mis palmas hallo lágrimas
Y no lluvia?
El agua es de la fortuna,
¿Qué más podría desear?
Si tus ojos son diamantes
Que se vierten en mis palmas,
Ya no pierdo
Nada. Fin del fin.
Caricias, caricias
-Acaricio tus mejillas.
Somos así, orgullosas
Y polacas -Marina-,
Cuando en mis manos llueven
Ojos de águila:
¿Lloras? Mi amor,
Mi todo: perdóname.
Trozos de sal
Caen en mis palmas.
Llanto de hombre, veta
Que en la cabeza retiembla.
Llora. Otra te devolverá
La vergüenza que te hice dejar.
Somos dos peces
Del mis-mí-si-mo mar.
Dos conchas muertas
Labio contra labio.
Todo lágrimas.
Sabor
A armuelle.
-¿Y mañana
Cuando
Despierte?
Versión de Monika Zgustová
1 comentario:
Gracias Profesor... esperemos que la literatura, la acción política y el trabajo de la ciudadanía logren transformar desde los imaginarios hasta las acciones sociales.
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