IZQUIERDA
A LA DERIVA
David Jiménez[1]
La sucesión presidencial
entre Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos Calderón en 2010, suponía la
continuidad de la política de seguridad democrática tras al intento fallido de
la segunda reelección de Álvaro, detenida por la Corte Constitucional en ese
año. El Santos de 2010, prometió continuar con las políticas de AUV durante el
debate electoral de la época, enfrentado con Antanas Mockus.
Sin
embargo, la oposición política legal se da entre 2002 a 2010 por parte del Polo
Democrático Alternativo, un partido de izquierda, donde se recuerda, alcanzó
por primera vez una gran votación en la elección presidencial de 2006 con el
exmagistrado Carlos Gaviria Díaz.
Esta
fuerza electoral desde entonces se ha ido en caída libre con la aparición y
desprendimiento de los “progresistas” de Gustavo Petro en 2011, y, actualmente,
con una división interna entre la dirigencia de Jorge Robledo como propuesta de
candidato presidencial único para 2018; y el ala contraria representada por Clara
López e Iván Cepeda, quien se la juega por un candidato del “acuerdo de paz”
para la próxima elección presidencial.
Mientras que, la oposición
política del Centro Democrático contra el Gobierno Santos, es reaccionaria
“defendiendo” la espalda de un gobierno de derecha. Así, las dos propuestas
tienen similar política económica y social, pero las diferencian los estilos de
gobernar, y, sobre todo, el acuerdo de paz pactado y refrendado.
Ahora bien, los líderes
alternativos representados en el Polo Democrático y el Partido Verde, más se
oponen a la reacción en el Congreso que al mismo Presidente Santos. Así las
cosas, la oposición de AUV al acuerdo de paz, logró aplicar la regla de Nicolás
Maquiavelo “divide y vencerás” a la izquierda colombiana.
En su mayoría, el centro y
la izquierda respaldaron al Presidente Santos con la paz y varias de sus
políticas; y ahora la actual reforma tributaria, un sector del Partido Verde
votó a favor, aunque incluye un notable componente regresivo, más IVA para los
pobres, y menos tributo para los grandes conglomerados.
El Presidente Santos no
tiene nada de izquierda, pero ha logrado lo que no hizo Uribe en sus 8 años en
el poder, dividir la izquierda y quitarle el poder. Ahora con el gobierno Santos,
abanderado de la trasnochada “tercera vía”, la izquierda ya perdió su bastión
electoral en la Capital, y muchos con ocasión de la polarización Uribe-Santos,
terminaron de irse con el presidente actual. Tal como se evidencia con la
Ministra de Trabajo Clara López ex candidata presidencial de la izquierda en
2014, y quien ahora protagoniza el triste papel de “campanera” en la fijación
del salario mínimo para el año 2017.
Así las cosas, la izquierda
anda pérdida en la nebulosa política colombiana. La alternativa se ha vuelto
entre Santos o Uribe, derecha o reacción del mismo sabor retrógrado, con
diferentes ingredientes y forma de implementación de políticas.
Dicho lo cual, no es nada
raro que por la misma existencia del Centro Democrático y Álvaro Uribe a la
cabeza de este partido político, el nuevo movimiento político “Voces de Paz y
Reconciliación” termine respaldando las políticas gubernamentales, en cuyo caso
la alternativa política diferente a la derecha quede a la deriva y cooptada,
por ejemplo para respaldar una candidatura de Humberto de la Calle o de Álvaro
Leyva.
Una decisión que
correspondería al acostumbrado que todo cambie para que todo siga igual en la
implementación de los acuerdos de paz: pobreza, desempleo, desfinanciación de
la educación superior pública, inequidad y desigualdad social en los campos y
ciudades.
A no ser que la izquierda se atreva a agitar y
organizar una propuesta autónoma, que “parta cobijas” claramente; que
establezca unos mecanismos viables y creíbles para las fuerzas de izquierda y
democráticas de signo diferente, y proponga una fórmula presidencial, en lo
posible consensuada, resultado de una consulta previa; es decir una suerte de
primarias de la izquierda, la democracia y el centro que acepte las reglas del
juego y el impulso consecuente de una constituyente social que demuestre la
vocación de ser gobierno para el 2018
[1]
Politólogo, magister en estudios políticos. Participante externo del
GPYP/Unal-unijus. E-mail: presid.y.partic@gmail.com
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